El mediapunta murciano volvió a marcar gol con el Real Valladolid Promesas después de más de un año sin ver puerta

Cuando uno recita el once del Promesas, siempre sale su nombre. Cuando alguien responde a la pregunta quiénes podría asomar la cabeza en el primer plantel del Real Valladolid, él está entre los citados. Pero cuando se hablaba de goles, Toni no solía ser nombrado. Y no es de extrañar, puesto que si bien en el pasado fue goleador, no ha sido así en el más reciente.
El menudo mediapunta murciano rompió este domingo en Zorrilla ante el Real Racing Club una sequía de más de un año, toda vez que no marcaba en competición liguera desde que lo hiciera ante el Somozas en el Manuel Candocia el ocho de febrero de 2015, recién superado el ecuador de la temporada pasada.
No es que por el camino no haya jugado o destacado, que sí lo ha hecho. Es más, la campaña pasada fue la pieza más utilizada por Rubén de la Barrera –3.235 minutos– y recibió de este portal la mención como ‘La mejor promesa’ del curso. Sin embargo, su bagaje se redujo a cinco goles, una cifra quizá un tanto escasa, pero no del todo preocupante.
Probablemente lo de este año sí lo era. Ha generado un buen número de ocasiones, pero principalmente para sus compañeros. Para sí también las ha creado, pero en menor número –cosa quizá normal; por su posición debe asistir– y sin finalizarlas con un grito. Sin duda alguna, se le echaba de menos. Aunque el filial apenas se ha visto inmerso en los puestos de descenso, por momentos ha adolecido del gol que a él le venía faltando.
Esta claridad que le ha faltado no se ha hecho notar en el estadio, ya que ha marcado las dos veces que ha pisado el templo con el que sueña –porque Toni sueña con ello; son ya muchos los años en Valladolid–. Lo hizo la temporada frente al Real Oviedo y repitió este domingo pasado ante el Racing de Santander, lo que hace pensar que se le da bien jugar en la casa ‘grande’.
La diferencia con entonces fue que aquella vez cerró el marcador y en esta ocasión lo inauguró. Cierto es que han pasado bastantes más jornadas –acaba de pasar la veintinueve, entonces fue en la seis–, pero, además, aquel gol también fue el primero para él en el curso, por lo que cabe esperar, o al menos desear, que su aportación en este sentido no se acabe aquí.
Su entrenador, Borja Jiménez, reconoció a la conclusión del choque ante el Racing que para el filial es “muy importante” que vaya atinando “de cara a portería” y que cree que “va a ser un jugador decisivo de cara al final de temporada”. Y así debe ser, a poder ser así, marcando más goles, cifras que sumen y le ayuden a él, en lo personal, a ganarse una oportunidad con el primer equipo hasta ahora negada y ya merecida.
