El mediapunta hispano-uruguayo fue uno de los jugadores más destacados del Real Valladolid Promesas la pasada temporada
El objetivo de la dirección deportiva del Real Valladolid de capitalizar la entidad no está pudiendo llevarse a cabo en la forma que querría en el primer equipo, debido a las apreturas económicas y a las dificultades del mercado; sin embargo, en lo que atañe al Promesas, el verano está siendo lustroso, gracias a la captación de talento externo y a que los futbolistas de mayor proyección siguen teniendo su futuro ligado al blanquivioleta. La última prueba es la renovación de Kuki Zalazar hasta el treinta de junio de 2022.
El mediapunta hispano-uruguayo, que llegó el verano pasado a Los Anexos, finalizaba su contrato al término de la campaña pendiente de comenzar, y en vistas al buen rendimiento que ofreció durante su primera temporada en Valladolid –en la que llegó a debutar con el primer equipo en Copa del Rey– y del potencial que tiene con apenas veintiún años, la entidad ha buscado asegurarse que su desarrollo sigue su bajo control.
Después de marcar siete goles en los 34 partidos que jugó a las órdenes de Miguel Rivera, salvo sorpresa en forma de cesión, Zalazar se presenta como uno de los jóvenes que deberán dar un salto de calidad que les aproxime al primer plantel esta temporada, ya con Baraja en el banquillo. En su caso, este salto vendría a partir de una mayor regularidad que la que mostró en ese primer año de blanquivioleta, en el que dio buena cuenta de su técnica y su capacidad para ser decisivo en una Segunda B en la que el filial dispondrá a priori de la plantilla más estimulante y prometedora de los últimos años.
