El nombre de Théo Zidane ha logrado encender ecos propios desde su llegada al Córdoba CF en el verano de 2024. Hijo de Zinedine Zidane, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, el centrocampista francés llegó con la presión de un apellido legendario, casi aristócrata, pero en apenas una temporada ha logrado construir un perfil propio.
Con 23 años y unos más que notables 1,96 metros de altura, su paso firme como mediocampista parece que ha ganado protagonismo en el centro del campo del equipo andaluz. Sus orígenes futbolísticos son los de un talento pulido en La Fábrica del Real Madrid. Fichado con apenas ocho años procedente del CD Canillas, Théo vivió cada escalón de la cantera merengue: Cadete, Juvenil, Juvenil A y hasta Real Madrid Castilla.
De hecho, el hoy jugador del Córdoba fue parte del equipo juvenil que conquistó la UEFA Youth League en la 19/20. Aunque nunca llegó a debutar oficialmente con el primer equipo, Théo fue convocado por Ancelotti en un partido europeo, lo que ya de por sí fue un reconocimiento claro al potencial de un centrocampista que siempre trató de alejarse de la sombra del apellido paterno.
Théo Zidane, un centrocampista con recorrido profesional
Como mediocentro, Théo acumuló más de 90 partidos con el Castilla entre Segunda División B y Primera Federación. Esa experiencia generó la madurez necesaria para afrontar un reto distinto, atreviéndose con la Segunda División española y en el que la oferta del Córdoba, en julio de 2024, fue una opción de apuesta clara por su propio camino. Confiando en que su lectura, presencia física y ADN competitivo encajarían con el estilo del equipo, el Córdoba confía plenamente en el medio galo. Desde ese momento, el centrocampista se ha convertido en una voz potente dentro del equipo blanquiverde.
Su juego combina visión de juego, claridad en el pase y capacidad para mover el balón con criterio. Tiene sello de mediapunta, pero es capaz de retroceder al pivote y jugar como box-to-box cuando la jugada o el rival lo exigen. De la misma manera, es capaz de actuar como nexo en la construcción ofensiva y ser un potente acelerador del juego. Da la sensación de que, para Théo, salir del entorno del Real Madrid le ha acabado por hacer explotar esa potencialidad que, en Córdoba, ha encontrado el clima perfecto para expresarse sin pegas.
Desde su llegada al Córdoba CF, Théo Zidane ha sido capaz ya de sumar más de 1900 minutos entre todas las competiciones. Desde ese verano pasado, en 2024, el jugador francés ha sido parte del equipo cordobés en 38 ocasiones, 22 de ellas como uno de los titulares. En todo ese tiempo, el jugador blanquiverde ha marcado cinco goles y ha dado otro, números que, sin ser llamativos, evocan esa capacidad para poder ser importante para el equipo de Iván Ania.
Familia con destino Andalucía
En la vertiente familiar, da la casualidad que la Segunda División junta a dos hermanos, Théo y Luca Zidane (este último ahora mismo en el Granada) y se espera que la unión de ambos en el campo se materialice próximamente sobre el césped. Zinedine Zidane, además, ha estado presente en entrenamientos y partidos, siguiendo desde cerca la evolución de sus hijos y aprovechando que, actualmente, se encuentra sin equipo tras los éxitos cosechados en el Real Madrid.
Sin embardo, Théo Zidane tiene claro que ha llegado al Córdoba para hacer valer un apellido sin depender de él. Su perfil se construye desde su posición y rendimiento en un mediocampo en el que juegan su cabeza y sus pies, pero nunca su apellido. Su presencia, su capacidad de acción y su compromiso como futbolista, argumenta esa sensatez. En un equipo que busca crecer y afianzarse en la categoría, la lectura del juego y el temperamento de un Théo que puede seguir creciendo, le abren las puertas a convertirse, más pronto que tarde, en uno de los protagonistas diferenciales del proyecto del Córdoba.