El Real Valladolid, que aún no ha ganado en casa, confía en que sus delanteros recuperen la puntería de cara a puerta en detrimento de un rival que suele generar espacios

Foto: Real Valladolid
“Muy concentrados”. Así quiere Sergio González que salgan sus jugadores a diputar el partido frente al Eibar. Este sábado, a las 18:30 horas, tendrá lugar el cuarto duelo en casa para el Real Valladolid. Los tres choques anteriores se han saldado con empate -satisfactorio en ciertos casos- pero en Pisuerga ya hay ganas de celebrar alguna victoria.
No será fácil, pues el cuadro de José Luis Mendilibar siempre planta cara a sus contrarios, aunque a veces su apuesta ofensiva le juegue una mala pasada. Con una clasificación hiperajustada, el enfrentamiento entre estos dos rivales alcanza cotas de notable importancia.
Por un lado, está el Pucela de los Masip, Olivas, Salisu y compañía. Estos tres jugadores, en concreto, se erigen como elementos clave para el esquema que suele formar González cada semana.
Los tres futbolistas, a los que podría sumarse Óscar Plano, acumulan una media de 800 minutos sobre el césped. No extraña, por tanto, que todos los mencionados apunten a formar esta jornada la alineación del míster vallisoletano, quien, eso sí, ha advertido de la posibilidad de rotar jugadores, de ahí que pueda darse la sorpresa.
Que el Pucela tiene una deuda con el gol parece algo bastante claro. No obstante, desde el club le restan importancia. A pesar de la ausencia del lesionado Sandro y la falta de puntería de Guardiola, en el Real Valladolid se confía en romper pronto la mala racha. Las expectativas también están puestas en Ünal, que en la pasada campaña empezó de forma similar: yendo de menos a más.
En el otro extremo del ring se encuentra el conjunto eibarrense. Aquí los fijos son el meta Dmitrovic, el medio Orellana, máximo goleador del equipo, y el delantero Charles, referencia en punta. El cuadro armero se caracteriza por tener un juego muy trabajado, sin miedo a subir líneas y a arriesgar con un planteamiento vertical. ¿Su gran riesgo? las dificultades para hacer el balance defensivo, tal y como aseguró el propio Mendilibar tras la derrota ante Barça. “Hemos jugado muy ofensivos, con Orellana y Pedro León por bandas”, espetó el míster.
Por poner la nota distintiva, el Real Valladolid se muestra este año bastante más seguro en defensa. Tal es así que, con nueve goles encajados, su estadística mejora la de algunos contrincantes como Valencia, Getafe, Villareal, Sevilla o Granada, todos ellos por encima del Pucela en la tabla de clasificación. El punto débil de los blanquivioletas son los errores en la salida de balón y la incapacidad para finalizar ocasiones arriba. El balón parado es otro hándicap que el vestuario ha de tener en cuenta.
Más allá de los datos, la jornada da pie a especular con un duelo al máximo nivel. Real Valladolid, en el puesto duodécimo, y Éibar, en el decimosexto, se miden en un choque por la permanencia, que, aunque lejana, encuentra sentido en partidos como estos. Por si fuera poco, a los vallisoletanos les espera un final de octubre y un mes de noviembre tremendamente complicado. Tras este envite, aguarda el Barça, más tarde el Mallorca y, acto seguido, el Alavés.
Así, con los vascos que tendrán que hacer frente a las bajas de Kike García y Rober Correa y con un Pucela sin el mencionado Sandro y con Alcaraz, San Emeterio y Javi Sánchez completando la enfermería, la nueva cita en Zorrilla promete buen fútbol y buena competición. Sin duda, un agradable espectáculo para maridar el fin de semana.
Para el choque, Sergio González ha convocado a Masip, Lunin, Barba, Kiko Olivas, Moyano, Antoñito, Nacho, Joaquín, Salisu, Anuar, Míchel, Hervías, Toni Villa, Plano, De Frutos, Waldo, Guardiola y Ünal.
