Análisis del próximo rival del Real Valladolid
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El definitivo, no hay vuelta atrás. Ahora o nunca. Todo a una carta. Hay mil y una expresiones para definir el encuentro que enfrentará al Real Valladolid y al Mirandés el próximo domingo en Anduva, y es que los de blanquivioletas tienen mucho en juego. Nada más y nada menos que confirmar de una vez por todas que hay opciones reales de colarse en los puestos de play off y, por qué no decirlo, más tarde en los de ascenso directo.
Los jugadores bien lo saben. A dos puntos de la liguilla, lo más cerca que ha estado el equipo en mucho tiempo, la posibilidad es real, se puede tocar con las puntas de los dedos. Quién lo hubiera dicho hace unas pocas semanas tras hincar la rodilla ante el Huesca en Zorrilla. Ahora el escenario es otro completamente diferente y existe la oportunidad de dar el do de pecho de una vez por todas.
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Rival en caída libre
Y quizá el escenario no sea el mejor posible -o sí, si se tiene en cuenta que últimamente el Pucela cumple con creces fuera de casa-, pero el rival desde luego no se plantea como el más complicado, al menos según la clasificación y su actual estado de forma. El Mirandés arriba al choque en horas bajas, en plena racha negativa de resultados, algo de lo que deberían saber aprovecharse los de Miguel Ángel Portugal.
Y es que los burgaleses no se encuentran ni mucho menos en peligro de caer a puestos de descenso en esta igualada Segunda División, gracias a sus 41 puntos en treinta partidos que mantienen en una raya de diez puntos al primero de la quema, el Almería, pero sin duda la cosa es mejorable. Fijado el objetivo de la permanencia y, si se dieran las circunstancias, del play off a principio de temporada una actual mala racha de seis partidos sin conocer la victoria ha terminado por complicar las cosas.
¿Qué ha pasado? No es fácil de explicar. Todo equipo pasa por malos momentos a lo largo de la temporada, y la cuestión es que el Mirandés parece estar en ello en estos instantes. Las lesiones, entre ellas la de una pieza fundamental como Salinas, o la marcha de Lago Júnior al Mallorca, quien fuera máximo goleador hasta entonces, han mermado a un equipo que estaba cumpliendo con creces y que ha vivido varias jornadas en puestos de play off.
Ahora la situación es otra. Sin puntuar de tres desde el 7 de febrero, momento en el que los de Carlos Terrazas se impusieron por 1-4 en casa del Lugo, han pasado seis tristes partidos donde el balance es de tres empates y tres derrotas. O lo que es lo mismo; tres puntos de dieciocho. Un bagaje muy pobre para mantenerse arriba y que le ha hecho caer del quinto puesto de entonces al decimotercero actual.
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Sigue la caza
Pero la esperanza es lo último que se pierde. Pese al mal momentolos puestos de liguilla siguen a solo cinco puntos de diferencia, y es tan solo cuestión de un buen partido que termine de encarrilar tanto tropiezo. Desde luego no puede decirse que el Mirandés no tenga mimbres para ello.
Abdón Prats, Íñigo Eguaras, Gorka Kijera, Ernesto Galán… Más allá de la marcha de Lago, goleadores natos que se están repartiendo los tantos esta temporada siendo el primero pichichi con cinco dianas. Bien hay que decir que este Mirandés tiene dos características esenciales como es su alta media de goles marcados por partido… y también los encajados. Los de Terrazas son el equipo más ofensivo de toda Segunda con 44 goles en treinta partidos, por desgracia rebatidos con 38 en contra.
Y es que ahí está la clave. Un ataque constante y poderoso, pero ensombrecido por una defensa que no termina de estar a la altura. Para más inri los números en casa no son mucho mejores, con tan solo cuatro victorias en catorce partidos, además de seis empates y otras cuatro derrotas. El Mirandés es el tercer peor equipo local de la categoría con solo dieciocho puntos por el momento.
¿Qué cara mostrarán los de Terrazas este domingo en Anduva? De lo que probablemente no haya duda es del habitual juego por bandas utilizado en prácticamente todas las jornadas, más como local, que parece dar resultados a la hora de atacar, pero quién sabe. Este Mirandés es a día de hoy una caja de sorpresas.
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Curiosidad del rival de esta jornada: Pocas oportunidades han tenido Real Valladolid y Mirandés de enfrentarse históricamente, y es que ambos equipos solo se han visto las caras en tres partidos en toda su existencia. El Mirandés sale mal parado de la estadística, ya que el Pucela ha ganado dos encuentros mientras que le tercero ha terminado en empate. Sí, esto significa que los burgaleses jamás han ganado en su historia a los vallisoletanos.