El Real Valladolid personificó ante el Barcelona una frase mítica, aquella que se pronuncia para quitar hierro a una derrota habitual cuando el equipo no lo ha hecho del todo mal. “Jugamos como nunca, perdimos como siempre”, eso le pasó al Pucela. Sobre todo en la primera parte, los de Álvaro Rubio mostraron una versión muy distinta a la de los últimos meses, pero no fue suficiente para superar a un rival que salió con un once plagado de canteranos y que tuvo que recurrir a su artillería pesada para llevarse los tres puntos.
En los últimos encuentros disputados en el Estadio José Zorrilla, el conjunto blanquivioleta encajó en los primeros minutos. En el minuto seis de partido ya se había perforado una de las porterías, pero, contra todo pronóstico, el primer gol fue blanquivioleta y no blaugrana. Iván Sánchez recogió la pelota en la banda derecha y sacó un centro-chut. El balón rebotó en Araújo y cogió la parábola perfecta para que Ter Stegen no pudiera hacer nada.
Recordó el Real Valladolid en la primera mitad a aquel equipo que comenzó la temporada bajo las órdenes de Paulo Pezzolano, más ordenado en defensa, más activo y buscando el contragolpe. En una transición rápida pudo aumentar su ventaja el Pucela, en una acción a la que nos tiene ya acostumbrados Raúl Moro, que ganó una carrera al espalda de la zaga visitante, pero su definición salió demasiado centrada y Ter Stegen atrapó el esférico.
Llegó el minuto doce, y en medio del fervor de la grada, viendo como su equipo, ya descendido, trabajaba para ganar al líder de Primera División, la afición lanzó al aire al unísono los billetes con la cara de Ronaldo impresos por la Federación de Peñas del Real Valladolid. Esta fue una de las protestas que se programaron antes del partido contra la propiedad, además de una concentración en los prolegómenos del choque y la entonación del himno en el minuto 28.
A partir del cuarto de hora de juego, el Barça se activó un poco más. Pau Víctor tuvo en su cabeza la oportunidad de igualar la contienda, pero André Ferreira sacó una buena mano para repeler su remate a un centro que llegó desde el costado derecho. El luso volvió a intervenir minutos después para despejar un disparo desde la frontal al palo largo de Ansu Fati.
Las malas noticias para el Barcelona también fueron malas noticias para el Real Valladolid. Dani Rodríguez, canterano de La Masía que debutaba con el primer equipo, se marchó lesionado del hombro después de una pugna con Adam Aznou. Un acto desafortunado para el jugador, para el equipo que deposita confianza en él y para los de Álvaro Rubio, ya que la lesión supuso la entrada al campo de Lamine Yamal, el hombre de moda en el mundo del fútbol que, ya sea ante el colista de LaLiga EA Sports, en el parque de su barrio o en unas semifinales de Champions, es capaz de gustarse y disfrutar del juego.
El Real Valladolid se cayó en la segunda mitad
Al descanso se llegó con el 1-0 a favor del conjunto blanquivioleta, por lo que al reciente campeón de la Copa del Rey le tocaba apretar en la segunda mitad, y eso hizo. En el descanso, Hansi Flick dio entrada a Frenkie de Jong y a Raphinha. El brasileño no perdonó en la primera ocasión que tuvo. Tras un centro de Lamine, André Ferreira despejó de puños en dirección a Raphinha, que, con una calma envidiable, prácticamente dio un pase a la red.
Apenas cinco minutos después, Fermín López le dio la vuelta al marcador. El centrocampista se vio libre de marca entre el desentendimiento de la jugada de Selim Amallah y el hundimiento de los dos centrales, Cenk y Cömert. Recibió un pase atrás y su golpeo, raso y ajustado al palo, sirvió para superar de nuevo a André Ferreira. Las opciones de puntuar del Real Valladolid se tornaron de nuevo muy remotas.
Goles que valen puntos de oro. Remontadas que valen ligas.
Fermín y la victoria clave del Barça de Flick en Valladolid #LALIGAenDAZN ⚽ pic.twitter.com/tc6oVoY2e3
— DAZN España (@DAZN_ES) May 3, 2025
Lamine Yamal se estaba gustando, y dejó un gran pase de tacón para Héctor Fort, que, rodeado de defensores del conjunto local, logró girarse y sacar un disparo cruzado que se estrelló en el palo. Respondió el Pucela, que con la entrada de Chuki y Latasa quiso reactivarse en ataque y volver a dar continuidad a los contraataques que trataba de lanzar. Precisamente ambos protagonizaron la ocasión más clara del Pucela en el segundo acto.
Tras un pase de Juric a un espacio en el que solo estaba Raúl Moro en fuera de juego, el extremo, conocedor de su posición antirreglamentaria, se desentendió de la jugada y Chuki supo leer la jugada para pescar esa pelota. El futbolista formado en Los Anexos metió un buen pase al segundo palo para Latasa, que no logró cruzar bien el balón con un remate de primeras y Ter Stegen sacó una buena mano.
El Barça quiso poner algo de tranquilidad en el tramo final del partido, Lamine estuvo cerca de anotar. Después de un centro al segundo palo, Gerard Martín se la puso al extremo de cabeza y, cuando ya estaba cantando el gol, apareció Candela para despejar sobre la línea. Dani Olmo lo intentó también de libre directo, pero Ferreira rechazó un balón que llegó a su portería volando a media altura.
Finalizó el encuentro y se confirmó una nueva derrota del Real Valladolid, la primera desde que se confirmó el descenso y la más digna desde que Álvaro Rubio tomó las riendas del equipo. Como sea, la racha de resultados negativa continúa y la escuadra vallisoletana aún no conoce la victoria en toda la segunda vuelta, de la cual restan tan solo cuatro partidos.
 
			