Blanquivioletas
  • Primer equipo
  • Cantera
  • Fútbol provincial
  • Fútbol regional
  • Opinión
  • Actualidad
  • EN
Blanquivioletas

El Real Valladolid y la necesidad de aguantar el ritmo

El conjunto de Almada argumenta, en sus dos primeros partidos, la dura pretemporada vivida en los entrenamientos del Pucela

por Miguel Ruiz
25 de agosto de 2025
Valladolid Latasa

Foto: Real Valladolid

A seguir en el Granada: Souleymane Faye

Seriedad en Los Anexos tras el desastre copero

El portero del momento en LaLiga Hypermotion se llama Guille Vallejo

Desde su llegada al Real Valladolid, Guillermo Almada no ha ocultado en ningún momento la hoja de ruta. Su plan es muy claro, pues el equipo debe sostener una intensidad altísima durante los noventa minutos. Esa exigencia física es un pilar innegociable de su proyecto, ya que entiende que, en una categoría tan dura como la Segunda División, no bastará con sumar talento o seguir una buena idea de juego. El conjunto blanquivioleta, en este sentido, ha mostrado señales de que la propuesta del técnico uruguayo ha calado.

Con una idea de juego basada en la presión alta y la búsqueda de protagonismo en campo rival, la cuestión física es clave. Mantener esa energía hasta el final de cada encuentro sin caer en repliegues innecesarios es algo vital para no sufrir o no condenar la idea. El propio cuerpo técnico insistió en que no habrá espacio para la relajación y Almada considera que el equipo no puede bajar revoluciones en ningún tramo del partido, porque es precisamente en los minutos finales cuando más puntos se pierden en esta categoría.

Almada
El técnico uruguayo, Guillermo Almada | Foto: Real Valladolid

El argumento de las dobles sesiones

Esa mentalidad se transmitió desde el comienzo de la pretemporada en Pucela. La carga de trabajo sorprendió incluso a los propios jugadores, con pruebas físicas de gran intensidad, ejercicios de resistencia, trabajo en el gimnasio y, sobre todo, ese ambiente continuo en el que la convicción de Almada sobre la preparación antes de comenzar la temporada tenía un sentido clave a la hora de forjar un equipo capaz de resistir el ritmo demandado por el técnico charrúa.

El arranque liguero dejó buenas sensaciones, con un Real Valladolid agresivo y protagonista en el debut ante el Ceuta, pero también sirvió como advertencia. Aunque el equipo dominó y consiguió la victoria con claridad, Almada subrayó en rueda de prensa que el camino es largo y que la clave será repetir esa intensidad cada semana, tanto en casa como a domicilio. Un discurso contundente que le dio la razón solo una semana más tarde, con un partido tan exigente en lo físico como en lo táctico en Castalia. La importancia, por tanto, no es solo el triunfo, sino poder sostener un estilo que impida al rival sentirse cómodo.

La preparación física se ha diseñado con esa mirada amplia. No se trata únicamente de correr más, sino de gestionar esfuerzos, combinar la fuerza con la resistencia y lograr que los jugadores mantengan la concentración en cada acción. En las sesiones se ha trabajado mucho la presión tras pérdida, la salida desde atrás bajo presión y la ocupación de espacios en campo rival. Todo ello exige un nivel físico elevado, porque obliga a repetir esfuerzos cortos y explosivos, además de mantener la atención táctica para no desordenarse.

Jaouab
Jaouab, durante un entrenamiento con el Real Valladolid | Foto: Pablo Marcos/Blanquivioletas

El Valladolid y el plan Almada

Los entrenamientos vividos en estas semanas dejan claro que el técnico uruguayo no está dispuesto a transigir con la falta de intensidad y que, además, tienen su razón de ser para lo que, en las primeras jornadas, la competición puede pedirle al Pucela. La idea es que el Real Valladolid no tenga dos velocidades distintas, una en la primera parte y otra en la segunda, sino que logre un ritmo sostenido que permita cerrar los partidos con la misma autoridad con la que los empieza.

El Real Valladolid que quiere Almada encara un reto mayúsculo desde todos los puntos de vista. Sostener ese fútbol de alta intensidad en LaLiga Hypermotion, donde cada error se paga caro, es de por sí una aventura. Algo que, con sus entrenamientos y propuesta, pretende conseguir Almada para mantener la frescura física y la convicción mental hasta el pitido final sin reservas. Si el equipo logra equilibrar esas dos facetas, podrá ser competitivo en todos los escenarios y construir una identidad sólida que lo acerque al objetivo de regresar a Primera División.

  • Aviso legal
  • Política de cookies
  • Contacto

© 2025 Blanquivioletas

  • Primer equipo
  • Cantera
  • Fútbol provincial
  • Fútbol regional
  • Opinión
  • Actualidad
  • EN

© 2025 Blanquivioletas