El mercado veraniego del Córdoba CF ha sido uno de los más activos y estratégicos de la categoría. A día de hoy, el club ha cerrado ya más de una decena de incorporaciones que han reforzado prácticamente todas las líneas del equipo. Desde fichajes de perfil libre hasta operativas bien trabajadas, la dirección deportiva ha llevado a cabo un trabajo frenético, con un objetivo claro: consolidar al Córdoba en Segunda y sostener el fútbol atractivo que exige Iván Ania. Pero, como en todo mercado, aún quedan frentes abiertos que pueden marcar la diferencia en el cierre en días.
Uno de los movimientos más significativos ha sido la salida de Álex Sala al Lecce italiano. Aunque hubo polémica por un anuncio adelantado por parte del club transalpino, la operación se concretó en cerca de dos millones de euros, con un 40% de los derechos reservados al Córdoba para futuras ventas. Esa entrada de recursos ha permitido liberar fichas y rematar incorporaciones ofensivas, algo que el club necesitaba tras una pretemporada exigente. También salió Antonio Casas, máximo goleador la pasada campaña, que ha empujado al club a mover ficha en ataque para las llegadas.

En ese sentido y en paralelo, llegaron Dani Requena, cedido por el Villarreal, y Alberto del Moral procedente del Oviedo, nombres pensados para reactivar el centro del campo y amortiguar la ausencia del catalán. El recuento de refuerzos, además, arroja quince nuevos rostros llegados desde categorías como la Primera RFEF, que el propio Córdoba abandonó hace dos años.
Entre ellos destacan el portero Iker Álvarez, el extremo Dalisson y el veterano delantero Sergi Guardiola, retornado al Arcángel. También se han sumado lateral como Ignasi Vilarrasa, con amplia experiencia en Segunda, y jugadores como Adrián Fuentes, que ha firmado por sus goles en el pasado curso, o Diego Bri, propiedad del Atlético, que llega cedido. La media de edad de los fichajes ronda los 25 años, lo que castea juventud y experiencia en dosis equilibradas.
Las cifras son ajustadas, aunque no hay un coste total público. Sumando el valor de mercado estimado de altas recientes se alcanza aproximadamente los 7,7 millones de euros, pues casi todos los movimientos de entrada han llegado libres o en formato de cesión. Ese modelo de inversión ha permitido a un club con márgenes limitados reforzar su plantilla sin desequilibrar las cuentas. Además, se espera que la operación de Sala sea una pieza de liquidez útil en posibles ajustes de última hora, tanto en incorporaciones como en alguna salida estratégica.

Los deberes por hacer del Córdoba CF
Y esa recta final ya está sobre la mesa: a pocos días para el cierre de mercado, el Córdoba CF estudia reforzar el ataque si surge oportunidad, con nombres como Urko Izeta rondando la secretaría técnica. También hay escenarios abiertos en defensa: las lesiones de Rubén Alves podrían obligar a incorporar un central más, y la situación de Obolskii en la delantera genera incertidumbre. Tanto el entrenador como la dirección deportiva coinciden en que no vendrá nadie si no eleva el nivel actual, pero la disponibilidad económica y las fichas libres permiten maniobra.
En paralelo, la gestión del centro del campo ha quedado bien cubierta, aunque el club no descarta un fichaje más si se complica la continuidad de alguno de sus jugadores en estos últimos días. La plantilla ha alcanzado una veintena de profesionales, con tres jugadores extra desde el filial, y aún quedan dos fichas del primer equipo libres, una oportunidad para ajustes puntuales. Todo ello en un mercado que el club ha definido como libre de tensión, aunque bien vigilado, dispuesto a aprovechar oportunidades sin prisas, pero con firmeza deportiva.
El Córdoba, por tanto, está completando un mercado con ambición, con fichajes que refuerzan roles estratégicos en casi todas las líneas. La venta de Sala ha posibilitado movimiento económico, mientras que la dirección deportiva ha movido fichas sin perder coherencia táctica. Quedan días clave donde se podrían cerrar movimientos puntuales, pero el cordón sanitario financiero y deportivo está preparado. En una Segunda exigente, este Córdoba aspira a consolidarse con una plantilla pensada para competir desde el inicio, equilibrio presupuestario y capacidad de reacción si fuera necesario.
