El andaluz, uno de los dos centrales puros que ahora mismo quedan sanos en el Real Valladolid, espera no tener que recurrir a otro jugador para ocupar ese puesto, aunque considera que “hay que buscar alternativas”

Tras la lesión de Deivid, otro central, Kiko Olivas, compareció este lunes por la mañana ante los medios de comunicación para analizar la importante baja que mantendrá a su compañero entre tres y cuatro meses alejado de los terrenos de juego. Sin duda, un golpe tan duro como inesperado, más aún cuando ya solo quedan dos centrales sanos en el Real Valladolid.
“Es un palo muy duro. No esperábamos una lesión tan fuerte en el vestuario. Tenía bastante dolor pero pensamos que se trataba de una rotura muscular. Aun así, le deseamos ánimo y lucharemos por él”, analizó.
Ante este contratiempo, se deben buscar soluciones y ya se han empezado a trabajar alternativas este mismo lunes, según anunció Olivas: “Se ha probado con Moyano de central. Debemos buscar otras opciones por si Calero o yo nos lesionamos. También Luismi o Borja pueden jugar perfectamente en esa posición”.
El andaluz aprovechó también para hablar sobre su lesión, que poco a poco va dejando atrás. “Me costó entrar en el partido porque sin calentar era difícil, pero poco a poco me fui encontrando mejor“, explicó. Por ello, pese a la dificultad de la lesión, considera que ya no tiene ningún problema para jugar.
Ya recuperado, tanto él como Calero serán los encargados de dirigir una defensa que al igual que el resto del equipo debe mejorar si quiere escalar en una clasificación que, para Olivas, aún es “anecdótica”. “No nos fijamos en la clasificación ahora. Debemos centrarnos este fin de semana y, a partir de ahí, escalar posiciones”, apuntó.
El triunfo desde luego no será sencillo porque llega a Zorrilla el líder, el Huesca. “Somos capaces de ganar a cualquiera. Al líder también. Y en caso de conseguirlo nos va a dar mucha confianza. Será un partido clave”, sentenció.
Y para lograr el objetivo será necesario corregir el error defensivo del choque ante el Granada, que costó el único tanto del encuentro. “Fue una jugada rápida que tenemos que volver a ver para no volverla a cometer”, señaló Olivas, sin querer culpar a ningún jugador en concreto.
Mientras tanto, en los terrenos de juego, además de para cubrir el hueco que deja Deivid, se trabaja ya para el choque frente al Huesca. Con otras dos malas noticias: Luismi no acabó el calentamiento por una torcedura de tobillo ni Calero por una distensión del ligamento peroneo-astragalino anterior del tobillo izquierdo.
La nota positiva es que Mayoral evoluciona favorablemente. La próxima sesión se celebrará este martes a las 11:00 horas en Los Anexos.
			