Así lo anunció este lunes, después de trece años en el conjunto naranja, tres de ellos en Segunda División con el equipo femenino, donde se consagró en la defensa central gracias a su seguridad

A día de hoy ya nadie duda de la importancia de la defensa en el fútbol. Sobre todo, después de ver cómo este deporte poco a poco va rechazando la improvisación y da más peso al trabajo táctico y, con ello, a la organización. Por ello, para que un equipo funcione a la perfección es importante disponer evidentemente de un buen goleador, pero también de una defensa sólida que evite problemas.
Por esa razón Paula de Santiago, quien abandona el Parquesol después de trece años, ha sido una de las claves del éxito del equipo en estos tres últimos años en la Segunda División. La central entró al club con tan solo cinco años y fue curtiéndose como futbolista hasta llegar al equipo femenino Nacional, donde se convirtió en una pieza clave gracias a su sobriedad y a su fiabilidad con balón y sin balón.
Tras ocho años en categorías inferiores en los que cosechó algún título, como la liga que ganó en su etapa de Prebenjamín, aterrizó en el equipo femenino, donde permaneció las tres últimas temporadas, todas ellas en la Segunda División Nacional.
Desde su debut el trece de diciembre de 2015 ya no se separó del primer equipo pues, desde ese choque frente al Casa Social de Ávila en el que además se estrenó con victoria, jugó todo el resto de temporada. En esa campaña, la 2015/16, sumó el 100% de los minutos de la segunda vuelta. Algo que repitió el siguiente curso, pero en la primera vuelta, y que no igualó ninguna otra jugadora naranja.
Su solidez defensiva, su limpieza a la hora de sacar el balón y su experiencia le garantizaron la una titularidad en el Parquesol que, a su vez, le transportó a una nueva experiencia: la selección. Quedó subcampeona con la selección provincial y, posteriormente, participó con la selección de Castilla y León sub16 y sub18. Su última aparición fue esta misma temporada en el Campeonato de España.
Sin embargo, esa regularidad no pudo prolongarse debido a las lesiones; un factor por desgracia relevante en su trayectoria en este último año. Es más, no pudo pisar los terrenos de juego en toda la primera vuelta, ya que reapareció en enero de 2018, 252 días después de su último partido.
Pero, cuando parecía que ese episodio pasó al olvido, la central volvió a toparse con el infortunio cuando en el campo del Olímpico sufrió una lesión que le dejó apartada el resto de temporada. Ese supuso el último choque de Pau con la camiseta naranja, al menos en esta etapa que finaliza este verano.
El Salamanca, también en el Grupo V
Aun así, Paula de Santiago sí podría volver a pisar el José Luis Saso. Esto es así porque el Salamanca, conjunto al que se marcha para jugar al menos la próxima temporada, formará parte también del Grupo V. Allí buscará un nuevo reto dentro con una plantilla aparentemente inferior a la del Parquesol, pero con la ilusión de un equipo recién ascendido en el que compartirá de nuevo vestuario con Crispi.
Es evidente que a Paula se le hará raro tener enfrente al Parquesol, pues se trata del club en el que maduró, en el que se ha formado como futbolista y, como ella misma declara, también como persona. Pero también será complicado para el equipo naranja medirse a una central tan segura, tan consistente y capaz de frustrar a cualquier delantera.
Como afirma su ídolo futbolístico, Sergio Ramos, “no hay un sitio en el mundo en el que alguien sea más feliz que en una cancha de fútbol”. Y Paula de Santiago podrá volver a pisarla previsiblemente en enero –todo depende de cómo avance la lesión–, deseando que esta vez lo haga para no abandonarlo nunca.
