El técnico del Real Valladolid vuelve a destacar la fortaleza del grupo, que le permitió doblegar al Extremadura

El Real Valladolid de División de Honor consiguió cerrar 2018 con un triunfo sobre el quinto clasificado, el Extremadura, que lo aleja ya a diez puntos. Lo hizo en un partido disputado, que, como reconoció su técnico, Javier Baraja, sabían que iba “a ser complicado”, porque los azulgranas les iban “a exigir al máximo”, pero acumulando de nuevo sensaciones con otro triunfo como locales.
“Teníamos ganas no por el resultado de Valdebebas, sino por la sensación que nos dejó el buen primer tiempo y las ocasiones sin materializar. Sabíamos que nos iban a exigir y que en todos los campos de los grandes han competido muy bien. Hemos estado fantásticos para cerrar el año e irnos de vacaciones afianzando más si cabe los conceptos adquiridos contra un rival con un registro diferente”, explicó el entrenador blanquivioleta.
La “alegría de seguir ganando en casa” es mayor si se tiene en cuenta que “estos equipos son los que complican las ligas” y que el rival había puntuado en casa del Atlético de Madrid, el líder. No obstante, la concentración fue máxima para terminar sacando el partido “con claridad y con una mentalidad ganadora envidiable“, que es lo que, para el entrenador, “está haciendo que el equipo siga funcionando”.
Una vez el Real Valladolid ha igualado a puntos al Rayo Vallecano, su técnico podría pedir algún deseo, pero, focalizado en el día a día de sus chicos, solo pide “descansar para volver con más ganas si cabe, y que ellos vuelvan con la ilusión con la que se han ido”. Si es así, el cuerpo técnico podrá seguir presumiendo. “Es un orgullo poder contar con todos y que el que entre rinda. El objetivo es que estén preparados cuanto antes para estar más arriba”, recordó Baraja para concluir.
