Manuel Retamero analiza la cómoda victoria del Real Valladolid ante la Sociedad Deportiva Huesca.
Después de la cómoda victoria en Chapín ante el Xerez y por fin traernos los tres puntos de allí, nos esperaba en Zorrilla un nuevo partido para dar un paso importante de gigante si lo sacábamos adelante. Un día después de enfrentarnos a un rival irregular pero con una racha muy positiva, también jugábamos en Balaídos, donde nos enfundamos la camiseta del Depor en la piel de Borja.
Rival con miedo y desacertado en el planteamiento
Nos encontrábamos una alineación por parte del rival que animaba a que nuestra banda derecha con Balenziaga y Nauzet disfrutara de espacios y pudiese encontrar un lugar en el que transitar con mucha frecuencia, además con peligro añadido.
La presencia de Camacho como lateral hacia que no se viera a uno de los mejores jugadores del equipo oscense, además de tener como compañero a Rivas, que tendría que hacer muchas coberturas a su capitán esa tarde.
Así se empezaron a crear los espacios, tanto entre líneas como a las espaldas de los laterales.
Demasiado trabajo para el Huesca de Quique Hernández, que no pudo parar los muchos problemas que le podía dar el Real Valladolid. Quizás la pizarra del contrario no dio con la tecla para parar el gran momento del rival.
El partido no podía comenzar mejor
El primer problema que se iba a encontrar el Huesca era la conexión entre Bueno y Óscar, que fabricaban una jugada que terminaría en falta a un metro escaso de la frontal. Un contacto rápido, otro movimiento más veloz, desorden en los ajustes del contrario y ahí estaba Nauzet para lanzarla abajo junto al palo izquierdo de Luis García. Óscar, bien colocado, haría el primer gol para lo blanquivioletas.
El gol nos durmió y ellos ajustaron mejor
El resultado favorable en el marcador hizo que nosotros nos diéramos un respiro en forma de atasco y que hubiesen menos movimientos, aunque también podemos hablar de un contrario que se iba encontrando mejor.
Mejoraron las ayudas y los ajustes en sus movimientos, y además ofensivamente ya aplicaban lo que el míster quería de ellos: orden defensivo sin espacios y con recuperación de balón, salida rápida y como referencia allí tenía que estar Roberto, que en varias ocasiones fue el protagonista.
Sin duda la referencia en el ataque pasaba por su presencia, pero ante él se encontraría a un gran acertado, decidido y contundente Jaime, que tuvo varias salidas en balones aéreos en las que tanto en la toma de decisión como en la contundencia harían presencia en forma de muy buenas acciones.
Volvió la conexión colectiva y ofensiva

Tras esos sustos volveríamos a tomar aire para volver a ser más dueños si cabe del partido. Primero teniendo como protagonista a la estrategia ofensiva, Nauzet sacaría un córner para que, tras la prolongación de Rueda, llegara el balón a Juanito y éste lo estrellase en el larguero.
Unos minutos después, ya mirando de reojo el descanso, llegaría el segundo gol, esta vez de Bueno. Después de un gran desmarque de Nauzet y su centro atrás, llegaría Alberto Bueno desde atrás para que sin dar tiempo a nadie batiera a Luis García por su lado derecho.
No hay que olvidar en esta jugada -y muchas otras- el gran trabajo de Javi Guerra para arrastrar con sus movimientos a cuantos contrarios quisieran ir con él y así generar mejor los espacios de los que tantas veces les están ocupando y aprovechando sus compañeros. Gran trabajo colectivo.
Equipo motivado sabiendo lo que hay en juego
Tras el descanso, viendo el resultado cómodo y que se podía conseguir dar un gran paso, el mensaje era claro: no hay que confiarse, hay que seguir trabajando por una victoria placida, segura y sin demasiados sobresaltos.
Una de las llegadas por el costado zurdo que acabó en un centro, finalizado con un mal despeje de Camacho, que le caería a Óscar. Éste, sin pensárselo, ya tenía en mente qué haría con la pelota, puesto que el cuero ya tenía dueño. Ése no era otro que Alberto Bueno, que de nuevo marcaria otro gol para dar tranquilidad y seguir viendo un equipo hasta el final del partido entregado con esfuerzo y un gran compromiso.
El equipo demostró -una vez más- una gran progresión, llegando a ver un importante equilibrio en todos los aspectos. ¡¡¡Vamooooos!!!
