Sabemos que el ser humano tiene una capacidad innata para superarse a sí mismo y lo cierto es que este es uno de esos casos. Aunque parezca mentira, desde septiembre se llenan ya los supermercados de turrones. En una época que casi combina los últimos estertores del verano entre helados y playa con los polvorones o el turrón duro. Y en este mundo de locos, la primera gran estrella de la Navidad 2025 parece que va a ser un pastelito rosa.
El Almendro, en colaboración con otras marcas, está lanzado diversos turrones de sabores y es el turno de Pantera Rosa, ese bollo rosa que todos probamos en nuestra infancia. Es con este sabor con el que ha abierto oficialmente la temporada navideña mientras que muchos aún estaban en chanclas. El movimiento, sin querer, ha desatado ese fenómeno tan español de fascinación, indignación y gula, pues aunque nos pueda parecer una aberración, seguro que se desatan las ganas por saber a qué sabe eso. Y, aceptémoslo: a todos nos intriga qué se siente al comer esa merienda infantil en formato tableta de turrón.
Pantera Rosa en formato tableta
Cada año suele pasar lo mismo y es que los supermercados deciden que ya es Navidad colocando en sus lineales los panettones y los turrones. Es la señal inequívoca de que Maria Carey ya está afinando la voz para los villancicos. Aunque muchos se quejan de esa invasión prematura, lo cierto es que solemos acabar picando. Y más si el anzuelo es tan irresistible.
Este turrón de Pantera Rosa se vende a 6,99 euros y se ha convertido en el nuevo objeto de deseo para quienes crecieron en los años noventa. Una mezcla perfecta entre el guiño emocional y las ganas de llevarnos a la boca un sabor de turrón completamente nuevo. Claro que siempre habrá detractores, pues habrá puristas del mazapán y del turrón blando y duro que dirán que esto no es propio de la Navidad y que los turrones deberían ser los típicos, los de siempre. Y, aún mejor, solo ponerse a la venta cuando las luces navideñas ya brillen en la ciudad. Algo con lo que, parece, El Almendro no está para nada de acuerdo.
Más sabores para disfrutar de la nostalgia
Y no, los bollitos de Pantera Rosa no han estado solos en esta ofensiva de El Almendro, pues en la misma línea han llegado los turrones de Donettes y de Cacaolat, dos aliados de la infancia que se suman también al fenómeno de los nuevos sabores para Navidad que la marca ya había iniciado, con versiones más excéntricas con el que tiene sabor a cerveza negra, aliándose con Estrella Galicia, o el oficial del Monopoly, que añade al turrón grageas de colores haciendo un guiño a las calles que podemos comprar en el famoso juego de mesa.
Si eres de los que disfrutan mezclando la sobremesa con la nostalgia, El Almendro te lo está poniendo fácil. Y lo cierto es que esta estrategia tiene algo de truco, pues es el conocido “marketing de la nostalgia”. Las marcas saben que el público adulto, agotado de tanta novedad digital y tanta tendencia efímera, responde con entusiasmo a cualquier cosa que evoque a su infancia.
Y lo cierto es que es seguro que este turrón sabe a recreo y a recuerdos. Así que sí, puede que sea absurdo comer turrón cuando aún queda para Navidad, pero ahí está El Almendro recordándonos que la infancia cabe en una tableta y que el futuro del comercio de turrones puede disfrutarse casi todo el año, reviviendo, además, los grandes sabores que nos hacían felices.
