En caso de que ni el Real Madrid ni el Barcelona se clasifiquen para la final de la máxima competición europea, la penúltima jornada podría pasar al fin de semana.
La Champions no va con el Pucela. O no debería. Pero en realidad sí va con él. Porque la final de la máxima competición europea ha condicionado el calendario nacional hasta el punto de que la jornada 37 iba a jugarse entre semana, en previsión de que algún equipo español la jugase. No obstante, en caso de no pasar ni Barcelona ni Real Madrid, en lugar de disputarse el veintinueve de mayo, podría pasar a hacerlo el veintiséis de mayo, un día después de la final de Wembley.
Si bien no es algo que haya sido confirmado aún a los clubes, por motivos lógicos, Jorge Santiago, director de operaciones del Real Valladolid, ha reconocido a este portal que es una posibilidad barajada antes incluso de las dolorosas derrotas de madridistas y culés ante el Borussia Dortmund y el Bayern de Múnich.
Como viene siendo habitual en las últimas temporadas, la jornada se disputaría en horario unificado, y debido a que la UEFA impide la disputa de competición oficial alguna el mismo día en que se juegan finales de su máxima competición, en caso de que ninguno de los dos españoles pase a la final y finalmente los entes correspondientes decidan llevar a cabo el cambio, la jornada se disputaría el domingo impepinablemente.
Esta modificación respondería al afán de descongestionar el calendario en las dos últimas fechas, ya que entre ambas habrían tan solo tres o cuatro días, que sucederían a diez de descanso. De este modo, en caso de que no haya ningún español finalista, lo más lógico y deseable -debido a que la taquilla en fin de semana sería mayor, y más ante un rival que se puede jugar la vida-, entienden en el Real Valladolid, es que el partido ante el Real Club Celta pase a disputarse el veintiséis de mayo.
