El entrenador de la Real Sociedad nunca ganó como técnico al equipo que le alumbró. Tratará de sacarse esa espinita en Copa del Rey ante un Paco Herrera que tampoco se le da especialmente bien
Eusebio Sacristán vuelve este jueves al Estadio José Zorrilla con dos ecos de fondo; por un lado, el de aquel chico de La Seca que un día fue y que golpeaba sin cesar a la pared de la iglesia con su balón y, por otro, el de los elogios recibidos por su equipo después de pasar por encima del FC Barcelona el pasado fin de semana en Anoeta.
Retorna a casa como técnico, pero no como el local, como más de una vez se ha hablado, sino por tercera vez como visitante. Lo hará para enfrentarse a sus fantasmas, ya que si bien el vínculo que mantiene con Valladolid es estrecho, fundamentalmente a través de la Fundación que lleva su nombre, impulsora de proyectos como la Escuela de Padres o benefactora de la Liga de Peñas del Real Valladolid, algo flota en el ambiente que parece ir en su contra.
Que nadie se asuste: no hay manos negras. Sucede que, como entrenador, jamás ha ganado al club que le alumbró. En las tres ocasiones en las que se ha enfrentado al Pucela cosechó sendas derrotas: por un gol a cero y por uno a dos en la temporada 2011/12 y nada menos que por siete a cero en el choque correspondiente a la campaña 2014/15, antes de ser destituid y con Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ sentado en el banquillo local.
No obstante, quizá sea justo mencionar que como futbolista se enfrentó al Real Valladolid once veces y cosechó cinco victorias, formando parte, eso sí, de equipos a priori superiores. Cabe detenerse, en todo caso, en otro dato: antes de colgar las botas jugó cinco veces en Zorrilla, perdió una, empató dos y ganó otras dos, ambas formando parte del Fútbol Club Barcelona.
Asimismo, tampoco se le da especialmente bien tener a Paco Herrera como rival, aunque tampoco es que se hayan visto las caras en demasiadas ocasiones. Han sido seis, y el vallisoletano se llevó el gato al agua en dos; en las cuatro restantes, el entrenador pacense, hoy blanquivioleta, se llevó los tres puntos.
Hace más de seis años y medio se enfrentaron por primera vez, siendo Herrera técnico del Villarreal B y el de La Seca del Real Club Celta. Entonces, el tanto postrero de Jefferson Montero en el 88′ doblegó a los entrenados por Eusebio, que, precisamente, fue sustituido por el rival de este jueves al curso siguiente en el banquillo celtiña. En el Mini Estadi, ‘Use’ venció por dos a uno. En Balaidos, lo hicieron los vigueses por cuatro a uno.
Con un nuevo cambio de banquillo, Paco Herrera volvió a visitar al vallisoletano a comienzos de la 2013/14. Y volvió a caer, por uno a cero. Sería su última derrota ante él, pues al año siguiente, ya en la Unión Deportiva Las Palmas, Herrera se impondría por cero a dos en el Mini Estadi y por cuatro a tres en el Estadio de Gran Canaria.
Así, Eusebio Sacristán no ha sido capaz de vencer nunca como visitante ni en Zorrilla al Real Valladolid ni a su entrenador, estuviera este en el banquillo que estuviese. Aunque, como aquella etapa como jugador, este jueves la situación podría ser diferente porque así lo es el contexto competitivo de los dos equipos; en Primera –y en puestos europeos– la Real, en Segunda y en mitad de tabla el Pucela.
Si la racha cambia, el de La Seca se habrá quitado varias espinitas. Seguramente la menos dolorosa sea la que atañe al club que le lanzó a la fama y que le dio la oportunidad de brillar en la élite y alzarse con su primer título, la Copa de la Liga de la temporada 1983/84. La más –aunque a buen seguro no habrá revanchismo por su parte–, con aquel que acabó el trabajo que a él no le dejaron iniciar en Vigo, devolviendo al Celta a la máxima categoría del fútbol español.