El entrenador del Real Valladolid considera que una victoria en Almería es vital para que el equipo mantenga sus oportunidades de ascenso
“Es ahora. Este es el partido clave. Tenemos que ir a por él y dar la cara”, así de tajantes han sido las palabras de Paco Herrera en la rueda de prensa de este viernes posterior al entrenamiento del Real Valladolid. El técnico define el duelo ante el Almería como la final de todas las finales, como el encuentro más importante del año y como la ocasión de reanimar un sentimiento casi perdido: el del ‘sí se puede’.
Después que el pasado domingo se confirmara que se desplazarán hasta Andalucía 93 aficionados blanquivioletas, el míster aporta su particular discurso y añade aún más heroicidad al encuentro. Tras confirmar que cuenta con toda la plantilla, Herrera completó una comparecencia en la que ha subrayado continuamente la importancia de lograr los tres puntos. “Nos la estamos jugando”, apuntó.
“Si para ellos es una final, para nosotros lo es aún más”, aseguraba el pacense. Los de Luis Miguel Ramis, preocupados por salvar la categoría, también caldean el escenario y animan a sus aficionados a darlo todo en el choque. Sin embargo, el entrenador del Real Valladolid considera que su equipo viajará el domingo con la idea de un “todo o nada” en la cabeza.
Herrera, descontento con el resultado de la pasada jornada, espera ver a una plantilla comprometida desde el primer minuto. Lamentó no haber logrado la victoria ante el Numancia y lo achaca a una tendencia del vestuario a relajarse después de alcanzar un resultado positivo. No obstante, lejos de enquistarse en los malos recuerdos, tanto el míster como el Pucela ya se centran en su próxima oportunidad.
En frente tendrán a un Almería necesitado, del que Paco destacó su habilidad para el contragolpe. “No hay que dejarles correr. Siempre que recuperan un balón se plantan rápido arriba”, espetó. Asimismo, advierte que la posición que ocupan los rojiblancos en la tabla no se corresponde con su nivel de juego. Alaba su orden defensivo, así como su gran ataque, el compuesto por Quique, Fidel, Pozo y Uche, cuatro arietes que “cualquier equipo desearía tener”.
Las dudas en la alineación aún asolan al técnico. Arriba, el dilema lo causan Raúl de Tomás, con problemas físicos los últimos días aunque se prevé su presencia, Mata y José. Este último podría cambiar su posición de extremo para situarse como delantero centro, un rol al que el debería adaptarse con facilidad, según su entrenador. “José es más delantero centro que extremo por su velocidad y capacidad goleadora”, confirmó Herrera.
En el mediocentro, el debate se centra en Guitián, que apunta al once después de su sanción, André Leão e Igor Lichnovsky. El chileno ofreció una buena versión la pasada jornada y demanda más minutos, pero todavía se desconoce la formación que planteará el cuerpo técnico.
Paco Herrera evita ser derrotista y comenta que perder el domingo no eliminaría todas las opciones. No obstante, una derrota, dice, disminuye enormemente las posibilidades. “Todo lo que sea perder resta, pero habrá que esperar a los otros equipos”, manifestó.
Preguntado por el posible interés de Osasuna por jugadores como Balbi o Raul de Tomás, el míster prefirió evitar la polémica y entiende que la mayoría de los futbolistas tienen el suficiente temple y grado de profesionalidad como para no dejarse influir por este tipo de informaciones. “Un jugador joven sí podría desestabilizarse con estas noticias”, precisó más tarde.
Lejos de dar cancha a los rumores que colocan a Braulio fuera de la entidad, Herrera quiso centrarse en los asuntos estrictamente deportivos. Todo lo demás, comenta, perjudica al rendimiento y a los resultados. De igual manera, habló del “ruido” que hay en torno al equipo y que los jugadores han de saber dejar de lado para centrase en lo que verdaderamente importa: “Debemos ir a por el partido por nuestra afición, para acabarlo con la cabeza alta”. Un partido que ya ha empezado.