La llegada de Ximo Navarro, Airam Cabrera y Dubardier en el mercado invernal cierra la ya de por sí competitiva plantilla cordobesa, que tiene como objetivo volver a primera división cuarenta años después.
 Jugadores, técnicos y periodistas coinciden en que el Córdoba es uno de los equipos que mejor fútbol realizan de la categoría y lo ven como un serio candidato a pugnar por el ascenso en junio, ya sea de manera directa o a través del play-off.
Jugadores, técnicos y periodistas coinciden en que el Córdoba es uno de los equipos que mejor fútbol realizan de la categoría y lo ven como un serio candidato a pugnar por el ascenso en junio, ya sea de manera directa o a través del play-off.
La directiva blanquiverde consolidó el pasado verano un gran equipo en torno a algunos jugadores que ya eran referencia en años anteriores como Charles, Alberto Aguilar o Tena.
Así, llegaron hombres procedentes de segunda división como Borja García o Quero, que acababa de ascender con el Rayo, López Garai del Celta u otros de primera como David Prieto que recalaba en Córdoba procedente del Sevilla o Cerra del Levante.
Firmaron también a varios futbolistas procedentes de la Segunda B, como los jugadores del Cádiz López Silva y Caballero o Astrain, del Osasuna B. E incluso alguno de tercera, como Patiño, pichichi de la tercera división madrileña con el San Sebastián de los Reyes.
Pero sin duda, el mayor valor para el nuevo Córdoba no llegó de fuera, sino que ya estaba en el club, y fue la consolidación de la joya de la corona de la cantera cordobesa, Javier Hervás, el auténtico motor y faro del equipo.
La unión de los que ya estaban con jugadores que conocían bien la categoría o incluso llegaban de primera división -y otros procedentes de categorias más modestas- bajo la batuta de Paco Jémez en el banquillo y de Javier Hervás en el centro del campo surtió efecto en la ciudad de La Mezquita, que disfruta hoy de un fútbol de toque, agradable a la vista de cualquier espectador.
Lejos de ser un fútbol atractivo pero poco efectivo, los andaluces se fueron consolidando en la zona noble de la tabla, cerca de las posiciones que dan opción a disputar play-off de ascenso, a la vez que pasaban rondas en la Copa del Rey hasta alcanzar los octavos de final.
En esta tesitura llegó la apertura del mercado invernal, que supuso un dilema para la dirección deportiva cordobesista. ¿Conformarse con lo que había o reforzar posiciones para buscar decididamente el ascenso? Finalmente se apostó por la segunda opción y llegaron tres hombres más para finalizar el engranaje de la máquina verdiblanca uniéndose a las piezas ya existentes.
El lateral derecho Ximo Navarro fue el primero en llegar. El valenciano, que jugó doce encuentros en la primera vuelta con el Recreativo de Huelva, recaló en tierras cordobesas cedido por el Mallorca, club al que pertenece. Navarro tendrá que pelear por el puesto con Fernández. Por lo pronto ya debutó jugando diez minutos en la victoria del Córdoba sobre el Elche hace dos semanas.
Casi de la mano llegaron, a la vez, el extremo zurdo argentino Dubardier y el ariete canario Airam Cabrera, que se incorporaron a la disciplina blanquiverde el último día del mercado invernal. El primero arrinó procedente del Lorient francés, pero no desconoce la Liga Adelante ya que la temporada pasada vivió el fatídico descenso del CD Tenerife a 2ªB cedido por el conjunto galo.
En tierras canarias jugó quince partidos, todos ellos en la segunda vuelta, y fue capaz incluso de anotar un gol. Su llegada viene a reforzar el flanco izquierdo del ataque cordobesista, que hasta ahora contaba con López Silva único como dueño.
Buscando más madera para el ataque llegó Airam Cabrera que, al igual que Ximo Navarro, ya estaba esta temporada jugando en la Liga Adelante, en este caso con el Villarreal B. En dos años en el filial del submarino amarillo solamente ha logrado anotar nueve tantos, cuatro de ellos en la presente campaña.
Sin embargo, en Segunda B, jugando con el Tenerife B antes de recalar en La Plana, anotó la nada desdeñable cifra de veinticinco goles, aunque también hay que decir que catorce de ellos llegaron desde el punto de penalty, con lo que se puede asegurar que es un consagrado especialista desde los once metros. Probablemente en esa campaña en categoría de bronce con el filial blanquiazul batió el record de penas máximas anotadas en una misma temporada.
Con estos tres refuerzos a plena disposición de Paco Jémez, el Córdoba recibirá al Real Valladolid con los dientes afilados, dispuestos a vengarse del partido de ida en el que, siendo mejores durante gran parte del encuentro en Zorrilla, cayeron derrotados por 2-0 en lo que fue su primera derrota de la temporada. Una victoria que podría meter a los cordobeses de nuevo en posiciones de play-off a primera división, una categoría a la que anhelan volver a final de temporada en el año en que se cumplen cuarenta de su última participación.
