El cuerpo técnico preparó un circuito físico en el cerro como novedad matinal. Por la tarde, de nuevo, sesión intensa y con balón en Los Anexos.
Aunque alejado de casi cualquier punto de la ciudad, hay pocos lugares más adecuados en Valladolid para el ejercicio físico que el Parque de Las Contiendas. Desde su inauguración en marzo del año pasado, el cerro se ha convertido en un pulmón y, a la vez, en el sitio más adecuado para aumentar su capacidad. Djukic y los suyos, que eran Valladolid sin ser de Las Delicias o Pajarillos, lo sabían. Y, como no es secreto ni una fórmula sujeta a exclusividad, el recién llegado Juan Ignacio Martínez y su cuerpo técnico, desde este viernes, también lo explotan sin necesidad de ser del Barrio Belén o del Barrio de España.
Después de tres sesiones matutinas eminentemente físicas realizadas sobre el césped de Los Anexos, el JIM Team rindió su primera visita a Las Contiendas para continuar con su rutina en los ejercicios matinales con una novedad, la introducción de un elemento competitivo -cosa de los jugadores, más que del cuerpo técnico- como acompañante del ya conocido esfuerzo.
Los jugadores del primer plantel, con la salvedad de Óscar, que continúa arrastrando problemas en las cervicales, y de Javi Guerra, con molestias en el tobillo derecho, se dividieron en tres equipos para superar la gincana preparada por Javier Pereira y Rafael Cristóbal, segundo y preparador físico, con un resultado de victoria final para el conjunto formado por Dani Hernández, Peña, Alcatraz, Casado, Víctor Pérez, Larsson y Manucho.
En varias de sus comparecencias públicas desde que es entrenador del Real Valladolid, Juan Ignacio Martínez ha hecho hincapié en el bloque como principal vértebra en el afán renovado de salvar la categoría. La dinámica de la primera sesión de la última doble de la semana, en parte, iba también orientada -valga la redundancia- a fomentar esa unión, tal y como reconocía Javier Pereira horas más tarde en su cuenta de Twitter.
Y no solo eso. También en la red social del pajarito, en esta ocasión a través de Alberto Bueno, se pudo comprobar que ese “espíritu vencedor” al que se refería el asistente de JIM había tenido, más que una recompensa para los ganadores, una pena para quienes llegaron en último lugar.
Ya por la tarde, en el último entrenamiento vespertino de la semana -el equipo tiene día y medio de descanso a partir del sábado al mediodía-, el balón volvió a ser protagonista en una sesión que, para variar, estuvo marcada por el calor y la intensidad, como en los días precedentes, y en la que pese a ser anunciada su renovación antes del inicio, todavía no estuvo presente Valdet Rama.
