El técnico del Real Valladolid advierte del peligro de su próximo rival, uno de los equipos que más fuertes se hace en casa

Después de una semana gris, que comenzó tras la copiosa derrota en casa frente al Levante, el Real Valladolid afronta su próximo partido con la esperanza de dar un golpe sobre la mesa, levantar el vuelo y cambiar una dinámica marcada por el derrotismo. El principal encargado de llevar a cabo esta tarea es Paco Herrera, que este viernes ha comparecido en rueda de prensa en la que destacó la importancia de conseguir un resultado positivo ante la AD Alcorcón, algo que “le daría la vuelta a todo”, aseguró.
El pacense, tras dirigir un entrenamiento en el que estuvo el canterano Anuar, analizó ante los medios la estrepitosa caída en Zorrilla la pasada jornada, cuando los granotas se impusieron por cero goles a cuatro. Aquello, asegura, roció con un jarro de agua fría al vestuario local por ser “el resultado más duro y cuando el equipo estuvo más indefinido”.
Con evidente desagrado por revivir un recuerdo tan amargo, Herrera espera recuperar las buenas sensaciones, por lo que plantea un cambio de esquema que haga reaccionar al vestuario. “Estoy pensando en dar un vuelco a algunas cosas para despertar al equipo”, explicó. Asimismo, manifestó que en el siguiente encuentro realizará algunos cambios en la alineación, aunque no precisó ningún nombre. “Permitidme que esta semana no sea tan explícito”, solicitó.
Sí hablo, por el contrario, de Javi Moyano que, después de perderse el pasado duelo por sanción, apunta a titular este domingo. El entrenador se deshizo en halagos con el lateral, al que considera uno uno de sus hombres claves. “Moyano está haciendo una campaña excepcional; merece seguir jugando”, aseveró sobre el jienense, que volverá a relegar al banquillo a Markel.
Preguntado de nuevo por un posible cambio de esquema, el discurso del míster se tornó crítico y achacó las derrotas no al sistema, sino a los más que sonados problemas con los que ha tenido que lidiar el Pucela a lo largo de la presente temporada, como la irregularidad, los despistes defensivos o la falta de intensidad.
Precisamente sobre esto último quiso hacer hincapié, al considerarlo el hándicap más importante. La solución, dice, pasa por volver a concienciar a los jugadores de la importancia de presionar arriba y achuchar al rival para forzar los fallos. Unos fallos que han provocado la reacción del cuerpo técnico, aunque sus miembros siempre interpreten los errores de forma positiva. “Si hay reacción, el golpe puede ser hasta bueno”, subrayó Paco Herrera.
En cuanto a las dudas sobre su continuidad, motivadas por el fiasco del último choque, Herrera sostiene haber advertido de esa situación, la cual describe como “la grandeza del fútbol”: “Hace unas semanas hablábamos de renovación y ahora de esto”. De la misma forma, y para evitar tensiones, lanzó un mensaje con el fin de ratificar su paso por la capital vallisoletana está siendo totalmente confortable. “Siempre he sentido el apoyo y el calor del club”, aseveró.
Más tarde, la comparecencia se centró en el estudio del próximo rival, el dirigido por Julio Velázquez, y advirtió de la peligrosidad de los madrileños, a los que considera “un equipo difícil en su campo y con intensidad innata”. La trampa del Alcorcón, explica, está en su estadio, que da la apariencia de ser pequeño y, verdaderamente, no lo es tanto.
Tanto el Real Valladolid como su adversario necesitan de una victoria para conseguir sus objetivos iniciales. Los blanquivioletas pasan por colarse en los puestos de promoción, ahora un poco más lejanos con el reciente tropiezo. Sin embargo, el jefe de los vallisoletanos evita apartar la vista del ascenso y garantiza que su “intención es estar entre los seis primeros”.
Posteriormente, tiró de oficio para hacer frente al aluvión de críticas recibidas esta semana. Negando cualquier supuesto enfrentamiento con los aficionados juró y perjuró que jamás buscaría polémica con un público al que considera soberano, aunque manifiesta: “Uno no es de piedra y te duele cuando oyes tu nombre de manera negativa”.
Para finalizar, y en vistas a demostrar su pleno compromiso con el club y plantilla, el entrenador reiteró su deseo de dar la vuelta al panorama actual. “Lo único en lo que pienso es en ganar partidos”, aclaró. También comentó ligeramente la cesión de Mayoral, de la que dice “ha sido una decisión del club” que no guarda relación con un Espinoza al que se sigue esperando y que será “difícil” que participa si continúa haciéndolo.
