El técnico del CD Parquesol valoró positivamente la remontada de sus jugadoras ante el León, aunque esperaba “un poco más de control y juego en corto”

Foto: Juan Díez
El CD Parquesol va camino de la tercera posición. La ostenta, la tiene en su mano, aunque aún le queda. No le resultará fácil obtenerla, como no lo fue el triunfo sobre el León, que se puso por delante en el Saso en su único disparo del encuentro –y qué disparo; vaya chilena–. La victoria dejó a su entrenador, Rubén Jiménez, “una sensación buena, porque remontas y ganas”, aunque esperaba “un poco más de control y juego en corto y no tanta precipitación en el juego en largo”, algo que se vio sobre todo en la segunda mitad.
A nadie le amarga un dulce, pero la reacción no fue en la forma “esperada”, de “buscar la calma y controlar más el balón”. “Se ha hecho al inicio, pero se nos ha ido la idea; han tirado de casta y corazón a por el objetivo de ser terceras. De otra manera, pero lo han hecho”, comentó.
Este hecho seguramente vino propiciado porque el León jugaba “con la defensa adelantada”, las parquesolinas lo vieron “y sabían que podía hacer mucho daño”, aunque, en opinión de su técnico, “faltaba un poco de precisión en esos golpeos, porque el aire se los llevaba y obligaba a correr mucho más”. Además, “los líneas y su defensa marcaron bien el fuera de juego y era complejo; era mejor movilizar un poco a la defensa rival con un par de pases antes” para que “los balones llegaran en mejores condiciones” y jugar “un poco más abiertos” para hacer “un poco más fácil” el atacar.
Antes de que los goles llegaran se produjeron tres cambios, que fueron decisivos debido a su participación activa en la remontada. Así, Lore se lució con un magnífico pase filtrado entre líneas que fue el comienzo de la jugada del uno a uno y cerró la cuenta con una sutil vaselina dentro del área. Judy y Paulita, por su parte, fueron las más buscadas en los envíos directos y mejoraron las acciones por banda derecha.
Ambas partían con molestias, y por eso Jiménez las intentó “dosificar”, pero entraron con el fin “de centrar a Rivas”, que no estaba teniendo “una participación clara en la creación” como lateral y de que Judy pudiera “proyectarse más fácilmente”. Como “se entienden bastante bien”, con la extremo reconvertida dando amplitud con sus galopadas y la palentina apareciendo más por dentro, es un recurso que puede ser plan de partida. Esta vez tocaba cuidarlas.
Quien sí salió de inicio, en la mediapunta, fue Charle, que volvió a realizar un buen trabajo, como atestiguó su técnico, que tuvo buenas palabras hacia ella: “Con balón es increíble, le falta un poco más en la parte táctica, ya que a veces repliega a zonas en las que quizá no debe. Estoy intentando que asuma el cambio de transición ataque-defensa, pero es una esponja e intenta trabajarlo. Apuntala muy bien esa zona con su chispa y calidad“.
Superado el trago de tener que remontar al León, se viene un parón larguísimo de más de dos semanas, con sus cosas buenas y sus cosas malas. “Es positivo por el descanso de jugadoras que están más cargadas, pero estar dieciocho días sin competir es mucho tiempo. Aunque nos puede servir para preparar más el partido, la continuidad del equipo es básica. Cuando se acerque la fecha tendremos que volver a trabajar la parte emocional”, ponderó el entrenador naranja.
Lo siguiente en venir será la salida a Burgos para enfrentarse al Nuestra Señora del Belén, que Jiménez considera “muy difícil; más que la del Cerro contra el Atleti B”, y recibir al Pozuelo en el Saso, un rival “muy difícil” y que se encuentra actualmente en una “dinámica espectacular”, tras haber ganado cinco partidos seguidos. La tercera posición hoy ostentada por las parquesolinas, a su juicio, es “factible”, aunque no duda en afirmar que cree que “son dos finales”.
