El Real Valladolid neutralizó el gol inicial del Cardiff con un tanto de Fede Barba

El Pucela empató en Edmonton su segundo partido de la pretemporada y último antes de retornar a España tras unos días en Norteamérica. Lo hizo en un estadio con poquita gente y ante un rival de mayor entidad del anterior, un Cardiff que descendió la pasada campaña de la Premier League, aunque es mayor vara de medir que el San José Earthquakes.
El Real Valladolid repitió buena puesta en escena, creciente en cuanto a la posesión. Después de unos compases iniciales en los que el Cardiff tuvo una ligera aproximación que repelió Caro en la frontal, Alcaraz mostró su vertiente conocida, robando varios balones y dominando el juego. Junto a él, Waldo Rubio tuvo varias buenas acciones en ese primer periodo que fue como un monólogo con poco frescor, lo típico de estos momentos de la preparación. Entre ellos, Alcaraz y Waldo, convirtieron en dominadores a los blanquivioletas, con Nacho como complemento de la terna, llevaron cierto peligro al área rival.
La posesión fue bastante elevada por parte del cuadro de Sergio González, que formó de inicio con Caro; Moyano, Kiko Olivas, Joaquín, Nacho; De Frutos, Alcaraz, Aguado, Waldo; Óscar Plano y Sergi Guardiola. Precisamente el punta dispuso de un tiro que se perdió alto y que fue seguramente la mejor oportunidad del primer tiempo. Sin embargo, el Pucela no tuvo acierto en las áreas, como probó el gol del Cardiff, tras un centro lateral en el que Bogle se impuso a los dos centrales.
Como cabía esperar, el once cambió en la segunda mitad, en la que el técnico dispuso de un equipo conformado por Samu Pérez; Antoñito, Alende, Calero, Barba; Hervías, San Emeterio, Míchel, Toni; Sandro y Chris Ramos, uno de los que sufrieron el exceso de intensidad del Cardiff, que en varios momentos mostró excesiva dureza con los jugadores blanquivioletas. No así fútbol, tampoco en ese segundo periodo, en el que se repitió el guión: el Pucela tenía el balón y los galeses lo enviaban siempre lejos y a ver qué pasa.
La diferencia con respecto a la primera parte estuvo en la poca participación –o por lo menos continuidad– de los hombres de ataque. Toni y Hervías aparecieron de manera intermitente (mucho), mientras que Chris Ramos demostró lastimosamente una vez más que no está hecho para un Real Valladolid en Primera División. Así, el empate tuvo que llegar en una jugada a balón parado, aislada y con un rebote que introdujo en la red Fede Barba.
Asimismo, fruto de esta circunstancia, no se dieron demasiadas ocasiones para que el Pucela ganase, aunque fue quien más quiso hacerlo. Un intento tímido de Mayoral, que entró avanzada la segunda mitad, como Kike Pérez, se quedó en nada después de que le pegara mordida. Y es que el Cardiff solo lo intentó en un tímido arreón que le llevó a tener algún córner y algún saque de banda largo algo peligroso, sin mayor incidencia.
Después del empate a uno, los equipos echaron el rato con una innecesaria tanda de penaltis en la que Masip detuvo uno y tocó otro y Calero y Kike Pérez erraron los suyos.
