El presidente del Real Valladolid reconoce en Castilla y León Radio y Radio Marca Valladolid que el gabinete jurídico del club está estudiando el caso, aunque es pesimista.

Rara vez Carlos Suárez pierde la mesura. Y tampoco la ha perdido tras el error manifiesto del colegiado canario Alejandro José Hernández Hernández. No obstante, conforme sí ha sido bien claro en el lógico peregrinaje por las ondas del día después, iniciado en Radio Marca Valladolid y continuado en Castilla y León Radio. “Es algo desafortunado, pero que nos ha perjudicado muchísimo”, dijo. Aunque no cree que una protesta vaya a servir de mucho.
El máximo dirigente del Real Valladolid reconoció en Radio Marca que el gabinete jurídico del club está estudiando la posibilidad de tomar medidas ante una equivocación “atípica y poco comprensible”. Minutos más tarde, en Castilla y León Radio, habló de un cierto margen de decisión, toda vez que los Comités no se reúnen hasta el miércoles, si bien está “seguro de que no se puede impugnar”.
“Cuando sepamos qué soluciones y posibilidades tenemos, veremos, pero me temo que habrá pocas. En la mayor parte de los medios se dice que es una sinvergonzada, aunque yo no quiero llegar a esos extremos”, afirmó antes de recalcar que la decisión del árbitro de no parar el juego ante el saque de banda realizado por el Valencia, en contra de sus indicaciones hacia el lado contrario, hecho que debería invalidar el gol de Jonas, causa al equipo “un perjuicio importante no solo por el punto”.
En su opinión, afecta también en lo anímico, ya que el equipo fue “mucho mejor que el Valencia en la segunda parte y consiguió levantar el partido” con un hombre menos y ante un rival tan complicado como es el que dirige Ernesto Valverde. Para, al final, “señalar hacia un lado durante cinco segundos” y, “mientras Óscar va camino del balón, permite el saque teniendo claro que ha pitado eso y nos ‘mangan’ un punto”.
Carlos Suárez se muestra aún sorprendido por algo que no considera una pillería, “sino que estaba pitado”, y que se suma a otros errores que el Real Valladolid considera que se han producido en su contra. “Estar callado siempre no quiere decir que no llegue un momento en el que se te hinchen las narices. Hay fallos que te dan y otros que te quitan. A nosotros este año solo nos han quitado. Y no pido que nos den, con que piten bien es suficiente, lo demás ya lo intentaremos ganar nosotros”, dijo en su segunda aparición ante los micrófonos.
Estas palabras no son fruto de un calentón, dado que en ningún momento perdió su calma habitual, ni tampoco de una filia hacia el Hernández Hernández, a quien considera “muy buen árbitro” y que “terminará siendo internacional”. Vienen, más bien, de un daño que se entiende como grave y que no encontrará consuelo en “explicaciones, neveras, congeladores ni microondas”.
Lo hecho, hecho está, le faltó decir al máximo accionista blanquivioleta, con pesimismo, aunque sin ocultar la molestia. Porque, aunque el error técnico pueda costarle al colegiado canario no ser designado para ningún encuentro en las próximas jornadas, el Real Valladolid, a priori, tiene poco que rascar. “El resultado final ya sabemos cuál es. En otras federaciones, como la inglesa, rearbitran y la cosa cambiaría, aquí es evidente que no lo hará”, espetó Suárez.
La afición pide la impugnación
La indignación de la afición del Real Valladolid, evidente, se hizo palpable en las redes sociales desde el mismo instante en que el Valencia puso el balón en juego en lugar de hacerlo Óscar González, como debería haber sucedido, y llegó el tanto de Jonas. No tardó, tampoco, en aparecer un antecedente de un encuentro en el que un error técnico del trencilla llevó a la FIFA a ordenar la repetición de un Uzbekistán – Bahréin, valedero para la clasificación para el Mundial de 2006.
El hashtag #SuárezImpugna no tardó en aparecer en Twitter y en convertirse en tema del momento en Valladolid, a la vez que profesionales de la información no solo de Valladolid se unían al reclamo de los aficionados y a la señalización de la equivocación del árbitro, sumándose incluso algunos de ellos a la etiqueta en cuestión.
El club, por su parte, lejos del renglón marcado por el presidente este mediodía, a la vuelta de Valencia, criticó con excesiva vehemencia la decisión del colegiado en la crónica de la página web oficial, calificándola de “prevaricación manifiesta e indiscutible”, tomada “a sabiendas”, de cáriz “injusto” y que debería costar a Hernández Hernández “su carrera en el arbitraje”.
Sin referirse de manera explícita ni a estas palabras ni a las vertidas por otros medios no oficiales, el mandamás del Valladolid, Carlos Suárez, reconoció que “las cosas están un poco encendidas” y que si bien es poco probable que pueda darse una impugnación, entiende y comparte el enfado de la afición ante un hecho tan “desafortunado” ante el cual no se descarta que se presente una queja de manera oficial.
