Zakarya Bergdich, criado en las prolíferas categorías inferiores del Lens, llega al Real Valladolid como la primera gran incógnita de la temporada.
No hace falta ser excesivamente parabólico o romántico para considerar conocido el nombre del Lens, equipo del que proviene el primer fichaje del Real Valladolid. Es posible que cueste un poco más situarlo en la segunda división francesa, eso sí, toda vez que el imaginario colectivo español lo recuerda en la élite; lo reconoce como “un histórico”, si es que alguien a este lado de los Pirineos puede pronunciarse sobre la historia del fútbol galo.
Superada la sorpresa de conocer dónde se encuentra en la actualidad, la siguiente idea que recorre cualquier mente que conozca al Lens siquiera de oídas es que “estaban arriba hace no tanto”. Dos temporadas, para ser exactos. Pero la crisis, la dichosa crisis, se lo llevó por delante como a otros tantos, casi de improvisto, cuando seguramente sus fans eran incapaces de pensar en nada que no fuera lo de siempre, luchar por Europa.
Sucede que, cuando ocurre algo así, al menos en España, el club en cuestión puede seguir dos caminos. El de la regeneración, porfiando su futuro a sus categorías inferiores, o el de la autodestrucción.
Equipos como la Real Sociedad o el Real Club Celta apostaron por lo primero, y no les va mal. El Tenerife, sin quererlo, acabó en la segunda vía. Como el Racing de Santander; aunque este sí quiso. O como, en Francia, el propio Lens. Aun cuando su cantera es de un nivel altísimo. Porque, a veces, muchas, quizá -para el aficionado- demasiadas, una gestión pobre puede más.
Ahogado por las deudas, el Racing Club de Lens jugará la próxima temporada en Nacional, categoría que viene a ser la Segunda División B francesa, a pesar de haber conseguido salvarse en el campo con un plantel formado eminentemente por jugadores salidos de sus categorías inferiores y de perfil medio-bajo, en el que destacaron por encima de los demás Pierrick Valdivia, Yoann Touzghar, el internacional malí Samba Sow o Zakarya Bergdich, nuevo jugador del Real Valladolid.
Varane, Kondogbia, Thorgan Hazard… y Mendy y Camille
Temporada 2010/11. Mientras el primer equipo del Lens lucha por huir del descenso, en su filial destacan sobremanera varios proyectos de estrella, internacionales en categorías inferiores con Francia y Bélgica. Sus nombres son Räphael Varane, Geoffrey Kondogbia y Thorgan Hazard, hermano del enésimo jugador señalado como ‘Le Petit Zizou’.
Por encima de los demás llama la atención la solvencia de Varane, un central de diecisiete años que pronto se asienta en el primer plantel y termina el curso con un descenso, pero siendo el undécimo jugador más utilizado y dos goles anotados.
Pero, pese a este asentamiento, no dejaba de ser un jugador más del segundo equipo. El único capaz de ganarse un puesto a corto plazo en la primera plantilla de todos los que desfilaron por las diferentes convocatorias. Algunos, como Thorgan Hazard no llegaron siquiera a debutar. Otros como Kondogbia tuvieron una participación testimonial.
Entre Varane y Coeff, que llegó a jugar diez partidos, y Hazard y Kondogbia, apareció otro producto de la base, ya con el equipo descendido: Zakarya Bergdich. El nuevo jugador del Real Valladolid jugó los dos últimos partidos completos, lo que pareció una declaración de intenciones futuras.
Tanto llamó la atención Varane que fue firmado por el Real Madrid para la siguiente temporada. Bergdich y Kondogbia, por su parte, dieron el salto definitivo a la primera plantilla, llegando a jugar los dos más de veinticinco partidos. El hoy sevillista, a la vez que se iba abriendo camino en las categorías inferiores de la selección gala. Mientras el ya blanquivioleta, francés de nacimiento, lo hacía con Marruecos, su país de origen.
De nuevo, Kondogbia, como Varane, adelantó a Bergdich por la derecha con su precoz salto a la Liga española. Thorgan Hazard, cosecha del 2010, como los tres anteriores, fue traspasado al Chelsea y cedido al Zulte Wagerem de la primera división belga, lo que hizo que de aquel potente filial solo quedase Alexandre Coeff como acompañante del flamente refuerzo blanquivioleta.
Al contrario que Formose Mendy y Samuel Camille, jugadores del Sporting de Gijón y del Alcorcón, a los que no les dio tiempo a establecerse en el primer equipo, tanto Bergdich como Coeff fueron indispensables en los planes de Jean-Louis Garcia, primero, y de Éric Zokora, miembro del histórico ‘One Club Men’ que desarrolló toda su carrera en el Lens. Consiguieron la salvación, aunque de nada sirvió: el Lens ha sido descendido a Nacional por impagos.
Una apuesta poco arriesgada
Zakarya Bergdich, aunque mayor que sus excompañeros, se convierte en el tercer jugador de aquel plantel del filial Lens en la máxima categoría del fútbol español. Allí, en su Francia natal, se convirtió en uno de los laterales zurdos más destacados de la segunda división. No obstante, España es otra historia. Aquí, para el gran público, su fichaje es poco menos que una apuesta desconocida.
“El Lens es uno de los grandes de Francia, pero venido a menos por problemas económicos. Bergdich ha sido un fijo desde el descenso de categoría, pero hay que tener en cuenta que el nivel de la segunda división gala es inferior al de la Segunda española. Aunque sea joven e internacional con Marruecos, sin duda es una apuesta”, explica Miguel Ángel Román, periodista de Gol Televisión.
“Este año su equipo se ha quedado muy lejos del ascenso. De hecho, ha estado más cerca de bajar que de subir. Pero si el Valladolid ha apostado por él, será porque le ven nivel. Además, con la renovación de Peña, la dirección deportiva no se tira a la piscina, porque ya tiene un teórico titular”, afirma el narrador sobre un jugador que disputó con la selección de Marruecos sub-23 los últimos Juegos Olímpicos y que, después de su participación en la última Copa África de Naciones, se ha asentado en el equipo titular de la absoluta.
El nuevo jugador del Real Valladolid destaca por tener un físico portentoso, lo que le permite sumarse al ataque con cierta solvencia y, principalmente, por desenvolverse con fuerza y contundencia en labores defensivas. Expeditivo, su principal hándicap se encuentra en la capacidad de lectura táctica, lo que no impide que, en un determinado momento, pueda ser utilizado como central, puesto para el que, no obstante, se echaría antes mano de Carlos Peña, a priori.
