El Granada ha sumado tres de los últimos quince puntos y ha encajado ocho goles en los tres últimos encuentros, hecho que hace que la entidad nazarí se plantee acudir al mercado invernal

Allá por la duodécima jornada, el Granada Club de Fútbol llevaba diecisiete puntos. Instalado en la mitad de la tabla, sacaba cinco a los puestos de descenso, gracias a la victoria cosechada ante el Málaga. Cinco partidos han pasado de aquello, en los que solo han logrado vencer al Rayo Vallecano. Sin embargo, solo han bajado una posición, de la décima a la undécima, y la igualdad desmedida que existe entre sus perseguidores ha permitido que mantengan una renta de cuatro puntos sobre la zona caliente.
Pero alguien ha destapado el cajón de las dudas. Y todo porque en los tres últimos encuentros el conjunto nazarí ha encajado ocho goles, seis de ellos en dos ligueros y los dos restantes ante el Alcorcón, que dio la vuelta en el estadio de Los Cármenes a la eliminatoria copera que dirimieron.
De repente aquella tranquilidad labrada en el primer tercio de temporada se ha ido por el sumidero y la entidad que dirige el siempre inquieto Quique Pina se replantea acudir al mercado invernal en busca de refuerzos que, efectivamente, les permitan no pasar apuros al final del curso, tanto para la zona defensiva como para la línea de ataque.
Hasta el momento, la línea de zagueros más repetida ha sido la conformada por Allan Nyom en el lateral derecho, Bryan Angulo en el izquierdo y Pape Diakhaté y Jeison Murillo como centrales. Han coincidido en 616 minutos, correspondientes a ocho encuentros distintos, en los que el Granada terminó sumando diez de los veinte puntos que ostenta y dejó de sumar dos, los que perdió al caer ante el Espanyol y el Getafe al salir al menos uno de los cuatro del césped.
La suma de minutos en los que han coincidido sobre el verde equivale a siete de los dieciocho partidos disputados hasta la fecha, por lo que el ratio de puntos logrados con Nyom, Angulo, Diakhaté y Murillo es mayor a los obtenidos con al menos uno ausente. Para más seña, en los últimos cinco envites, en los que ha faltado al menos uno, no han jugado juntos, otra cuestión indicativa de que el Granada defiende mejor con ellos.
El problema viene, por tanto, del instante en que uno falta. Cuando ha sido uno de los laterales, ha sido el joven galo Dimitri Foulquier quien ha participado, incluso en la zurda, aun siendo diestro. Y cuando no ha estado uno de los marcadores centrales, ha entrado Diego Mainz, dejando así en un segundo plano al central francés Alexandre Coeff y al chileno Matías Campos, baja reciente.
Esta salida, en dirección al Unión Española de Chile, su país natal, ha provocado que Bryan Angulo se quede como único lateral izquierdo. Coeff, por su parte, ha tenido una participación residual, que se ciñe a cinco únicos minutos en un solo partido. Así pues, aunque el Granada es el noveno equipo que menos goles ha encajado y el segundo que menos tantos ha recibido de la zona baja (veinticinco, por los veintitrés del Málaga), podría concluirse que, tal y como se barrunta, necesita de al menos un refuerzo.

La necesidad es el gol
Asimismo, se viene hablando en este inicio de año de la posibilidad de que el conjunto que dirige Lucas Alcaraz se vea reforzado en el frente de ataque. Con quince goles anotados, los mismos que el Real Betis Balompié y el Atlético Osasuna, el Granada Club de Fútbol tiene un déficit ofensivo provocado por la baja puntual de varios de sus atacantes.
El punta nigeriano Odion Ighalo ha sido operado recientemente de una lesión en el menisco externo, lo que ha dejado como únicos delanteros a Riki y El-Arabi, dos jugadores que, a pesar de contar con una contrastada calidad, no han terminado de rendir como se esperaba de ellos en lo que va de temporada, principalmente el primero, que ha marcado tan solo un gol en trece partidos.
El madrileño, dicho sea de paso, apenas ha encontrado continuidad, ya que suma nada más que 443 minutos, el equivalente a casi cinco partidos. No así Youssef El-Arabi, que contabiliza 1.061 en dieciséis. La media del delantero marroquí, que ha hecho seis goles, es la de un tanto cada 177 minutos, cifra nada desdeñable para un atacante de la zona media-baja.
El problema viene cuando uno ve que, además de él y Piti (tres goles), nadie ha visto puerta en más de una ocasión. Fran Rico, Iturra, Brahimi y Yebda lo han hecho una vez, como Ighalo, completando así una exigua lista de goleadores en la que no aparece ningún jugador de segunda línea con protagonismo ni zaguero alguno con capacidad de anotar.
La rojiblanca es, junto con las del Espanyol, Levante y Real Club Celta, la única defensa que no ha marcado en Primera División en las dieciocho jornadas transcurridas hasta la fecha. Estos tres equipos, en cambio, sí cuentan con centrocampistas goleadores, como Betis y Osasuna, quienes adolecen también de la falta de salsa del fútbol. La necesidad, así, es el gol, pero no solo un delantero.
Mejor en su área que en la rival

El Granada no ha encajado goles en cinco partidos y ha estado siete sin marcar. En el primer capítulo no es el principal especialista, pues otros equipos de ‘su’ Liga como el Levante o el Málaga han mantenido la portería imbatida en seis partidos, por los siete de, por ejemplo, el Elche. En el segundo, mientras tanto, es uno de los peores, junto a Getafe, Espanyol, Osasuna y Betis, solo superados por el Levante y el Celta, que no marcaron gol en ocho ocasiones.
Puede decirse, con todo, que los de Lucas Alcaraz son mejores en su área que en la rival, si bien su cosecha de puntos y la seriedad defensiva deberían permitirles afrontar el mercado invernal con una mayor tranquilidad de la que aparentemente tendrán. Esto recuerda al curso pasado, en el que se reforzaron con Recio, Buonanotte, Nolito y Aranda y firmaron a su actual técnico, en sustitución de Juan Antonio Anquela, con una salvedad: Este curso, a estas alturas de la temporada, el nazarí es uno de los conjuntos que, pese a su actual estado de forma, en mejor posición se encuentra.
