Más allá del empate cosechado por el Real Valladolid Promesas ante la Gimnástica Segoviana en Los Anexos, el encuentro dejó buenas sensaciones, sobre todo a título individual para un jugador que, con ficha del Promesas, lleva un tiempo junto a Almada y los suyos. Sin duda, fue un partido exigente en ataque por la competitividad del rival y, en ese escenario, Xavi Moreno volvió a demostrar que ocupa un espacio importante.
El rol de Xavi Moreno va más allá de los minutos circunstanciales, pues logra sumar esfuerzo, ganas y una capacidad innata para competir. El jugador del Promesas sabe aportar rasgos diferenciales que pueden ser claves para el crecimiento del filial bajo la dirección de Javi Baraja y su partido ante la Segoviana lo deja meridianamente claro.
Incluso sin un dominio absoluto, el Valladolid Promesas posee, con Xavi Moreno, argumentos ofensivos potentes. Un jugador como él puede marcar la diferencia en Segunda RFEF si la gestión entre primer equipo y Promesas sigue siendo así de coordinada, liberando fichas que permiten, a esos valores a caballo entre los de Almada y los de Baraja, acumular minutos, sensaciones y posibilidad de seguir creciendo y compitiendo, como es el caso también de Koke, Hugo San o Aranda, todos ya habitualmente en dinámica de primer equipo.
Xavi Moreno como elemento diferencial en ataque
El extremo no solo abrió la cuenta goleadora, sino que mostró sus habilidades desde el minuto uno. Xavi Moreno y su aporte, por tanto, van más allá del gol y se apreció su capacidad para moverse por ambas bandas con soltura y generando siempre superioridad. No solo busca desbordar cuando juega en cualquiera de las dos bandas, sino que es capaz de dominar la frontal blanquivioleta. Además de leer bien cuándo cambiar de costado (ante la Segoviana con César Porras), es preciso al recortar, eléctrico al fintar e inteligente al entrar en diagonal.

Como un cuchillo con la mantequilla, Xavi Moreno es un jugador clave para romper las defensas de los rivales que, además, interpreta bien cuándo fijar hacia el exterior para generar espacios interiores. Esa realidad le permite ser imprevisible para que el rival dudara siempre si cerrar su banda natural o ayudar en la opuesta, pues Moreno supo aprovechar casi todas esas dudas generando impacto con desmarques, incursiones puntuales al área, combinaciones cortas generadoras de peligro y, sobre todo, precisión en la conducción hacia el área rival. Además, mostró carácter para retener el balón, sacarlo limpio en transiciones ofensivas y no precipitarse cuando le llegaba, aunque en algún momento sí abusó de esa actitud egoísta que todo regateador talentoso tiene dentro de sí.
La visión para distribuir pases que hicieran daño unida a esa posibilidad de atacar el espacio es una virtud interesante sobre todo en un contexto en el que su propio nivel no le limita. En Segunda RFEF, parece que Xavi Moreno puede volar y eso es un tesoro para un equipo que necesita esa profundidad y ese temple en fases continuas durante el partido. Aunque hubo tramos en los que Valladolid Promesas sufrió por la pérdida del balón o desconexiones que fomentaran el avance rival, Xavi Moreno fue un ancla ofensivo y mantuvo la compostura, saliendo en presión alta tras pérdida y trabajando para recuperar continuamente el balón y obligar al rival a jugar mucho más incómodo.
Un lujo para Javi Baraja
Por otro lado, su situación de estar ya en dinámica del primer equipo de Guillermo Almada mientras espera oportunidades le da un plus. Al jugador le prepara para encarar una competitividad distinta, exigiendo que esté preparado si lo necesitan, mientras que los partidos del filial pueden potenciar al propio equipo y conservar las virtudes que se sabe que Xavi Moreno posee.

Cada minuto que acumula en el filial sirve para afianzar su condición física, su visión táctica y su mentalidad, virtudes que deberá mostrar para dejar claro que no teme asumir responsabilidades en contextos menos exigentes ni adaptarse al deber cumplido de llegar a entrenar y ser parte de la dinámica del primer equipo. Que sepa cuándo bajar, cuándo pisar área, cuándo estirar línea ofensiva, cuándo colaborar defensivamente, son detalles que acumulará para seguir formándose como un jugador útil para el contexto de Segunda División o de Segunda RFEF.
Xavi Moreno empieza a no ser solo una promesa del filial, sino que está apareciendo cada vez más con ese poso para liderar un juego ofensivo del Promesas que debe seguir siendo trampolín de ese talento que ya se deja ver. Aunque el equipo no cerró el partido ni pudo mantener la ventaja en ambos casos, sus destellos aportaron lo mejor que se vio en el equipo a nivel ofensivo. Un paso más para que su velocidad, visión, movilidad y eficacia en los metros finales puedan servir para que Almada quiera darle otra oportunidad cuando sea propicio.
