El extremo pacense se encontraba a prueba con el filial; firma hasta 2019 con opción a tres temporadas más

Foto: Sergio Borja
Miguel Rivera sigue viendo cómo la dirección deportiva apuntala la plantilla de ‘su’ Real Valladolid Promesas para pasar los menos apuros posibles esta próxima campaña. Esta vez el jugador confirmado como nuevo fichaje es uno que ya conoce, hasta el punto que ha venido trabajando a sus órdenes desde la primera sesión de pretemporada: Waldo Rubio. A prueba desde ese primer día, desde el principio dio muestras de ser un jugador interesante, y así, al final, ha convencido.
Procedente de Córdoba B, que descendió de Segunda B a la Tercera el pasado curso, marcó siete goles en veintinueve partidos. Ese buen rendimiento ofrecido desde la posición de extremo derecho permitió su debut en Segunda División, donde participó en dos jornadas consecutivas, ante Cádiz y Albacete. No obstante, no fue en la entidad cordobesista donde se formó, sino en el decano del fútbol español, el Recreativo de Huelva, en el que compartió vestuario con Antonio Domínguez, actual jugador del primer plantel.
Aunque diestro, y de desenvoltura por su lado natural principalmente, en sus primeros detalles como blanquivioleta se le ha podido ver como un jugador hábil, veloz y versátil, ya que ha jugado también a pie cambiado –así lo hizo, por ejemplo, en el primer amistoso frente al Mirandés, en el que dejó buenas sensaciones; de hecho, Miguel Rivera dijo que lo veía “interesante”–.
Natural de Badajoz, firmado hasta el treinta de junio de 2019, aunque con una opción para ampliar su contrato durante tres temporadas más por parte del club, Waldo Rubio, que cumplirá en agosto veintitrés años, es el séptimo fichaje del Promesas, tras los ya confirmados de Abel Pascual, Samu Pérez, Diego Barrios, Alberto Gil, Pedrosa y El Hacen.
