El Real Betis Balompié camina exultante en un final de temporada que tiene visos de grandeza. Clasificado para las semifinales de la Conference League, tiene otro objetivo que discurre en paralelo: conseguir el pase para la próxima Champions League. Recordando la célebre fase de El Padrino, lo que pasó el jueves, lo de mandar al Real Valladolid a la Segunda División no fue nada personal; fueron solo negocios. Tanto es así que, en un mundo tan gobernado como el actual por las redes sociales, se manifestó sobre ello antes de que lo hiciera el propio Pucela.
¡Mucho ánimo, @realvalladolid!
Que la próxima vez que os veamos en el Benito Villamarín sea en Primera División pic.twitter.com/oqIHIsPJqP
— Real Betis Balompié (@RealBetis) April 24, 2025
Con todo, enviando al Real Valladolid a LaLiga Hypermotion cerró el círculo abierto en su penúltima caída a los infiernos, pues fue justamente el conjunto blanquivioleta quien le dio la puntilla en una última jornada agónica, en la que los resultados producidos en otros campos y previamente a su disputa hicieron que los vallisoletanos se jugasen el todo por el todo con los de las trece barras en ese Benito Villamarín que tanto festejaba este jueves.
Y es que, en 2009, fueron ellos los que lloraron, por culpa de un gol del argentino Marcos Aguirre, que ofreció allí su mejor servicio, y la exhibición de un joven Sergio Asenjo, que con varias paradas antológicas dio con sus huesos en la categoría de plata. Marcó primero gol el sudamericano, en el 44′, y al poco de reanudarse el juego empató Ricardo Oliveira, pero el conjunto de Josep María Nogués no consiguió rematar la faena y el Betis lloró.
Como si no hubiera sido morir o matar, hubo quien recordó aquel encuentro estos días con sed de venganza, un sinsentido, teniendo en cuenta que -entiéndase la metáfora deportiva- nadie muere a propósito para salvar al vecino y que nunca ha habido una rivalidad marcada entre Real Betis Balompié y Real Valladolid. A pesar de ello, y aunque no fueran unánimes, como la falta de empatía no entiende de barrios, hubo algún que otro grito de “a Segunda” mientras, efectivamente, el conjunto visitante iba camino de constatar su nueva realidad.
El Benito Villamarín canta “A SEGUNDA OE” al @realvalladolid tras una jugada en la que los visitantes pedían la roja de Natan por falta sobre Raúl Moro.
El árbitro fue avisado por el VAR pero decidió no cambiar su decision inicial.
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El Betis – Pucela de la 2013/14 y el ‘Caso Osasuna’
Olvidaban seguramente aquellos que gritaban otro partido trágico para los intereses de su rival, como fue el 4-3 de la temporada 2013/14, cuando el destino final de ambos sería el mismo: lo hoy conocido como LaLiga Hypermotion. Se enfrentaron verdiblancos y blanquivioletas en la fecha 37, con los primeros ya descendidos, y aunque estos se adelantaron hasta en tres ocasiones, el Betis terminó quedándose con los tres puntos en el minuto 91, después de neutralizar la renta del Pucela en otras tantas ocasiones. Aquello, a la postre, trajo cola.
Lo que pareciera una competición en buena lid, defendiendo el escudo y las trece barras, acabó derivando en la revelación de un delito, castigado en última instancia por el Tribunal Supremo en enero de 2023, por lo que tuvo a bien denominarse ‘Caso Osasuna’. Dicha sentencia condena a varios de los acusados (entre ellos, dos futbolistas del Betis) por la comisión de un delito de corrupción en el deporte, al valorar como “hechos consistentes” el definido como “acuerdo económico doble […] para que [el Real Betis ganara al Real Valladolid en la jornada 37 y se dejara ganar en Pamplona contra Osasuna en la jornada 38”.
