Lo que empezó con el lema “hechos para estar juntos” acabó con “dolor y perdón”. El Real Valladolid confirmó su descenso a falta de cinco jornadas tras caer derrotado de forma contundente en el Estadio Benito Villamarín ante el Real Betis. El sentimiento del aficionado oscila entre el hartazgo, la impotencia e incluso la indiferencia al ver que su equipo cae de nuevo a la categoría de plata, esta vez de forma meteórica y batiendo varios registros negativos de la historia del club y de LaLiga.
Tras el partido, el Pucela publicó en sus redes sociales una carta para pedir disculpas a las almas que acuden al José Zorrilla cada año, a todos los 24.000 abonados y a los que se quedaron en lista de espera para que el rendimiento del equipo, en lo deportivo y en lo institucional, no estuviera a la altura en ningún momento de la campaña. “Hoy es una de esas noches en que los blanquivioletas sentimos la herida allá donde cientos de tardes hemos sentido la ilusión”, con esa frase comienza el mensaje.
El Real Valladolid hace hincapié en el sentimiento familiar. En lo que siente un aficionado por sus colores, en este caso, el blanco y el violeta. “Esa ilusión que no surgió sola: se construyó en familia. Y en los momentos malos, las familias tendemos a unirnos. Unirnos para levantarnos, para comenzar de nuevo, para empujarnos cuando más lo necesitamos. Esa fuerza con la que comenzamos la temporada, ese empuje multitudinario con el que creímos que todo era posible, ese brillo en los ojos cuando el balón echó a rodar allá por el mes de agosto, nos golpea hoy desde la decepción y desde la tristeza de saber que el año que viene jugaremos en Segunda División”, prosigue.
En este sentido, el Pucela recalca que, pese al cisma entre afición y dirigentes, el dolor es común, aunque asume la responsabilidad. “Vuestro dolor y el nuestro no son excluyentes, se complementan y se suman. No hay una palabra que os consuele ni que refleje realmente el dolor de todos. Pero sí hay una que ayuda a poner en pie nuestra conciencia como Club: PERDÓN“.
La autocrítica del Real Valladolid
“Os pedimos perdón como máximos responsables de los resultados deportivos que han llevado al equipo al descenso de categoría. Nos disculpamos por no haber llevado la camiseta del Real Valladolid con dignidad y por no haber competido con la actitud que merecéis todos aquellos que a lo largo de los años habéis construido nuestra historia con vuestro sacrificio, con vuestras ilusiones, con vuestro tiempo y con vuestro cariño. Competir era y es una obligación. Y no hacerlo es el motivo de la lógica decepción que hoy sentimos. No hemos estado a la altura de nuestro escudo. No debemos olvidar esta temporada. La recordaremos para no repetir los errores que nos han traído aquí, donde no queremos estar”, expone la carta.
El Real Valladolid regresará a Segunda División, de donde cada año es más difícil salir y desde donde debe empezarse a construir un proyecto más estable. En los momentos difíciles es donde las familias deben estar unidas. “Las familias de nuestra tierra solo bajan la cabeza para mostrar respeto. Respeto a la derrota. Respeto a la tristeza. Respeto al dolor compartido. Respeto a la frustración acumulada. Respeto a la ilusión convertida amargamente en lágrimas”.
Pero esas lágrimas deben servir para aprender, para crecer y para levantarse cuanto antes. Para desprenderse de la ropa de luto y mirar hacia el futuro. “Desde el perdón sincero, la autocrítica y la reflexión reposada y desde el convencimiento de que el sentir blanquivioleta no entiende de rendición, levantaremos juntos la vista para construir, de la mano, un futuro mejor. Porque por encima de la frustración, siempre va a quedar el orgullo inquebrantable de ser del Real Valladolid. Volveremos“, sentencia la nota.
 
			