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Meseguer: adiós al Racing con dudas

El centrocampista tiene contrato hasta 2029 con el Real Valladolid, después de no subir en Santander, donde no fue clave

por Jesús Domínguez
15 de junio de 2025
Meseguer - cedidos

Foto: Real Racing Club

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Víctor Meseguer despidió el pasado jueves de manera abrupta la temporada, con la goleada recibida por el Real Racing Club frente al Mirandés que apeó al conjunto santanderino de la lucha por el ascenso a LaLiga EA Sports. El centrocampista propiedad del Real Valladolid disputó la ida contra los jabatos, pero no así la vuelta, y, como quiera que la cláusula de compra que incluía su cesión era solo obligatoria en caso de ascenso, salvo que quieran en El Sardinero negociar su continuidad, todo apunta a que tendrá que volver a Pucela este verano.

Su préstamo en el Racing se ha saldado con 816 minutos, repartidos en dieciocho partidos, aunque ni siquiera el hecho de ser un futbolista conocido y del gusto de José Alberto permitió que acabara convirtiéndose en alguien esencial en ningún momento. Con matices, pareció que podía serlo durante el mes de marzo, cuando encadenó cinco titularidades consecutivas, si bien en esa misma racha no disputó partido completo alguno. Así, hasta los estertores de la temporada no completaría encuentro alguno, como sí hizo en la última jornada y en la ida del play-off.

Los números totales de Meseguer

Al fin y a la postre, sumando la participación de Meseguer entre Real Valladolid y Racing de Santander, el saldo es de 1.340 minutos totales, contando los minutos disputados entre Primera, Segunda y la Copa del Rey, cifra que le deja lejos de cualquiera de los mediocentros con los que ha compartido vestuario en ambos conjuntos (salvo Íñigo Sáinz-Maza, capitán racinguista, y que ha estado buena parte de la temporada lesionado). Un gol con el Pucela y una asistencia en Santander completan su escasa aportación en el juego ofensivo a sus equipos.

Ciertamente, durante su cesión, Meseguer estuvo más cerca de ser el de antes de Paulo Pezzolano que el que se inventó el entrenador uruguayo, que es quien más rendimiento ha conseguido sacarle en este aspecto, con los nueve goles que marcó durante la campaña 2023/24. A cambio, se le vio otra vez más próximo a la base, pero tampoco como un mediocentro de poso y pausa, puesto que el conjunto de José Alberto buscaba más bien una rápida activación en campo contrario que tuviera estas piezas como activadores y acompañantes de segunda línea.

Contrato hasta 2029

Con 19,1 pases precisos por partido durante esta estancia en El Sardinero, con un 84% de acierto total que en campo contrario se veía reducido a un 78%, no se puede hablar mal de su carta de presentación, más que por el hecho de que no acabara de imponerse en la lucha en el centro del campo a otros elementos como Maguette Gueye. Sin embargo, y como quiera que en LaLiga Hypermotion ha tenido etapas buenas, si se da su previsible retorno al José Zorrilla cabe pensar que puede acabar siendo un jugador tenido en cuenta.

No en vano, Meseguer tiene contrato hasta 2029, después de que fuera comprado al Granada de forma obligatoria tras confirmarse el ascenso del verano pasado, por lo que, con independencia de la consideración que tengan tanto el futuro director deportivo como el futuro entrenador, por lo menos hay que hablar de un activo a largo plazo del club, que no puede ser regalado para no computar pérdidas (se habla de un precio de compra de más de dos millones de euros)… máxime en el contexto económico al que ha abocado un nuevo descenso.

La nueva gerencia, cuando tenga bien a llegar, tendrá muchas cuestiones a resolver, y su futuro será una de ellas, por lo tanto. Y argumentos a favor y en contrario tendrán para contar o no con un Meseguer que asombró en su primera temporada como blanquivioleta y que decepcionó en los primeros meses de la segunda, hasta que se produjo su salida; algo que, bien es verdad, hizo prácticamente todo jugador que vistió la camiseta de un Real Valladolid del que salió señalado, por aquellas risas en Ourense, durante la eliminación en Copa del Rey, además de señalando una falta de protagonismo que en El Sardinero no fue tampoco a mucho más.

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