Miguel Ángel Sánchez Muñoz, ‘Míchel’, técnico del Girona, tuvo que ser hospitalizado este viernes por un problema de salud que le impedirá dirigir al Girona en su partido ante el Villarreal y, con toda probabilidad, tampoco en el siguiente, este próximo martes en la jornada intersemanal de LaLiga programada en el José Zorrilla frente al Real Valladolid.
La noticia, comunicada por el propio club catalán, ha removido el ánimo de un equipo, que se juega mucho en esta recta final del campeonato. El propio Míchel, a través de sus redes sociales y las del club, ha querido tranquilizar con un mensaje: “Estoy bien, pero me toca parar unos días. Gracias por los mensajes y por el trato que estoy recibiendo. Nos vemos pronto”. Corto, directo, en su línea, tratando de añadir normalidad a los pasos dados por su equipo.
Nos vemos pronto.
¡Amunt Girona! pic.twitter.com/z25Zx8f1C2— Miguel Ángel Sánchez (@Michel8Sanchez) May 9, 2025
En este periodo, Salva Fúnez, su segundo entrenador, tomará las riendas desde la banda en el partido del Villarreal, hasta ahora el único confirmado de los que pueda perderse Míchel. Aun así, nadie en Montilivi oculta que la ausencia del técnico madrileño será difícil de suplir. “Míchel está como siempre, enchufado con su ordenador, viendo vídeos, conectado al equipo. Va a seguir ayudando en todo”, explicaba el propio Fúnez en la previa del duelo ante el equipo castellonense.
En Girona reconocen que esta plantilla y el trabajo detrás de la misma no se entienden sin su entrenador. No solo por el sistema o por la pizarra, sino por el vínculo emocional y la confianza encontrada. Por eso su baja, aunque momentánea, cae como un peso adicional en una semana donde los tres puntos son oro para un Girona en horas bajas.

Un Girona muy necesitado de puntos
Tras la durísima prueba en casa ante el Villarreal, el partido en Valladolid será la segunda parada en esta secuencia final de cuatro partidos para un Girona que aún no ha cerrado la permanencia. Los catalanes, con 38 puntos y seis por encima del descenso, visitarán un José Zorrilla que ya no se juega nada en la pelea del descenso en busca de tres puntos clave.
La ausencia de Míchel añade un componente emocional evidente a una situación claramente difícil. Y aunque se espera que su influencia siga viva, a través de llamadas, mensajes y análisis enviados a su cuerpo técnico, no es lo mismo. “Él es el alma del equipo. Nos pide valentía, atrevimiento. Pero también cabeza. Y eso lo transmite desde el día a día”, transmitía esta semana un miembro del staff el Girona a los compañeros del diario AS.
Nos vemos pronto.
¡Amunt Girona! pic.twitter.com/z25Zx8f1C2— Miguel Ángel Sánchez (@Michel8Sanchez) May 9, 2025
El equipo de Álvaro Rubio, aunque ya se sabe desahuciado en la tabla, quiere cerrar con dignidad una temporada para olvidar. Sabiendo que el encuentro ante un rival como el Girona, con urgencias similares a las vividas por el Valladolid semanas atrás, puede ser el escenario ideal para liberar tensiones y sumar algún punto más, aunque no lleve a ninguna parte.
Se sabe en Girona, además, que el José Zorrilla no es un campo ni mucho menos sencillo, donde el Girona. En todos los duelos jugados entre Valladolid y Girona en feudo blanquivioleta, desde que lo hicieran por vez primera en 1958 (en el viejo Zorrilla), el Girona jamás ha ganado. El encuentro más reciente en Zorrilla, en 2023, el equipo pucelano se impuso a los catalanes con un único gol de Monchu.
Con Salva Fúnez al mando, no se prevén revoluciones tácticas, pues todo parece que será controlado, a distancia, por un Míchel que seguirá pendiente de todo lo que pase en Villarreal… y quizá en Valladolid. Con la duda aún de que la visita a Valladolid pueda ser sin Míchel en la expedición, se vivirá seguro un partido con más emociones que fútbol. Un Girona que quiere ganar en Girona para dedicárselo a su entrenador ante el Villarreal y que debe ganar ante el Valladolid para evitar que la búsqueda de orgullo por parte de los pucelanos pueda complicar la permanencia en Primera División de los catalanes.
 
			